Los mismos males, otros remedios

Oficialmente no está reconocida su práctica. A pesar de ello, el consumo de productos homeopáticos generó en 1991 un movimiento de 2.000 millones de pesetas, según la industria farmacéutica. Cada vez son más los españoles que decepcionados con los tratamientos convencionales buscan solución a sus males en la consulta de un homeópata. Por ello, estos profesionales piden una regulación oficial de su especialidad que frene el intrusismo. Este pasado fin de semana, representantes de médicos naturistas de toda España se han reunido en la Organización Médica Colegial de Madrid, para estudiar su situación legal y tomar medidas ante una reciente sentencia del Tribunal Supremo.

Vicky E., de 65 años, se decidió por la homeopatía cuando, tras dos meses de aplicarse varias pomadas y otros medicamentos "carísimos", el herpes que sufría en una mano no hacía sino aumentar. "En sólo 11 horas, el tratamiento acabó con la inflamación", explica.Para la homeopatía no existen enfermedades, sino enfermos. El diagnóstico va precedido de un cuestionario que incluye rasgos de carácter y de personalidad, hábitos alimenticios, sexuales, reacciones ante el calor y el frío y una analítica que da cuenta del estado de las sustancias naturales del cuerpo. "Un enfermo de úlcera gástrica, por ejemplo", explica Arturo Jiménez Verdú, médico homeópata, "recibirá un medicamento completamente diferente dependiendo de si su personalidad es más o menos introvertida".

La mayoría de los pacientes suelen ser enfermos crónicos 0 con enfermedades funcionales y psicosomáticas. Su eficacia se muestra sobre todo en casos de alergias, afecciones dermatológicas, faringitis, bronquitis y reumatismos. Sus resultados son también importantes para mejorar la debilidad del organismo en los tratamientos contra el cáncer, según reconoce Antonio Damiano, presidente de la comisión científica del Colegio de Médicos de Madrid. "Pero se trata única mente de una opción terapéutica; en ningún caso, de una medicina alternativa, y siempre ejercida por médicos", insiste.

Especialidad

Los que la practican, la consideran, sin embargo, un sistema de medicina en sí, con una concepción propia de la salud, tanto preventiva como curativa "Debe reconocerse como una especialidad más dentro de la medicina", afirma Enrique González Peirona, presidente de la Federación Española de Médicos Homeópatas.El intrusismo profesional y los abusos a que da lugar son la consecuencia, según señalan unos y otros, de la falta de un reconocimiento oficial. Un primer paso fue una proposición no de ley, presentada por los socialistas, aprobada en mayo de 1989 por el Congreso, pidiendo la regulación de su práctica y su enseñanza. En 1992, según Farmaindustria, se registraron alrededor de 800.000 consultas homeopáticas en España. Existen en nuestro país unos 2. 100 médicos homeópatas y naturópatas con consulta abierta, aunque el número de profesionales interesados en terapias alternativas asciende a unos 15.000.

La homeopatía se basa fundamentalmente en un principio emparentado con el que siguió el inglés Eduardo Jenner cuando descubrió la vacuna contra la viruela, a finales del siglo XVIII: el de la analogía entre el mal y su remedio. Pero las similitudes entre el concepto de vacuna y la curación homeopática terminan ahí. La homeopatía proporciona en dosis mínimas una sustancia natural que en una persona sana provoca síntomas similares a los de la enfermedad, siguiendo la idea de que las sustancias que producen un tipo de síntomas también son capaces de curarlos. Un ejemplo puede ser la curación de la gripe o el catarro recurriendo a una sustancia, llamada alincepa, extraída del ajo y la cebolla, que provoca en una persona sana los mismos efectos de lagrimeo, mucosidad nasal y congestión que produce el virus de la gripe.

En investigación

"Es cierto que el mecanismo de acción de la homeopatía está todavía en investigación", reconoce Jiménez Verdú. "Pero los efectos de la curación homeopática constituyen un fenómeno observable en la naturaleza", señala. Los homeópatas sostienen que el organismo es capaz de reaccionar por sí solo con una mínima cantidad de medicamento, reforzando sus defensas ante la enfermedad." Lo fundamental", explica María José Lucía, médica responsable de un centro homeopático, "es la capacidad de respuesta del organismo. Cuando menos medicado está, mejor está". Los medicamentos se obtienen a través de sucesivas diluciones de la sustancia básica. Su eficacia se basa, según los especialistas, precisamente en estas dosis infinitesimales, en las que prácticamente no se detecta cantidad de materia en la dilución, uno de los puntos más controvertidos.

La Ley del Medicamento contempla la regulación de los medicamentos homeopáticos prescritos con receta. Hasta ahora eran considerados como fórmulas magistrales. Es decir, preparados específicamente para el paciente, por el farmacéutico tras la indicación médica. Pendiente del desarrollo de una ley en este asunto, la legislación española tiene además que adaptar una directiva comunitaria de septiembre de 1992, que establece la necesidad de diferenciar los productos que se expenden con una indicación terapéutica específica, porque comportan riesgos (el 5% de los vendidos en España), de aquellos que no la necesitan.