La directora de un museo de Roma cree que alguien que la persigue causa desastres en las salas
Augusta Monferini, la responsable de la Galería de Arte Moderno, de Roma que ha sufrido una fuerte serie de desastres en los últimos meses, ofreció el sábado su dimisión si la persona que ella describe como su "querido perseguidor" la deja en paz durante un año. "Si no está usted motivado solamente por la locura y yo soy su objetivo real, entonces estoy preparada para renunciar si esto consigue aplacar su furia. Estoy haciéndole una oferta formal: a finales de este año pediré ser sustituida", escribió Augusta Monferini en una carta abierta publicada en el periódico milanés Corriere della Sera.
Monferini, máxima responsable de este museo romano de arte moderno, dijo que no puede, dormir tranquila desde que llegó a la firme convicción de la existencia de su perseguidor, pero que desearía permanecer en su puesto un año más para poder montar tres importantes exposiciones.
Robo de una acuarela
El pasado octubre, la oficina nacional auditora de Italia, citando las "caóticas condiciones en el museo", ordenó a Monferini pagar 19 millones de pesetas por el robo de una acuarela del pintor francés Paul Cezanne, que fue descubierto en enero de 1992.En diciembre de 1991, el sótano del museo se inundó por la acción de un gamberro que bloqueó los servicios.Tres cuadros italianos desaparecieron del museo el pasado agosto, y una escultura italiana moderna se hizo pedazos al caer de su pedestal en octubre. La policía se lamentó del viento.
Monferini, sin embargo, escribió en el Corriere della Sera que sabía que todo es la labor de una misma persona, a la que también echa la culpa de un incendio el pasado domingo que pudo haber destruido el museo entero.
Supe que estaba usted planeando algo incluso más sensacional y definitivo. El gran fuego del museo. Lo intentó la noche del 3 de enero, el aniversario del robo del Cezanne", dijo Augusta Monferini, ofreciendo así su propia reconstrucción de los hechos. El fuego fue apagado rápidamente. Los bomberos al principio lo atribuyeron a un cortocircuito, pero la directora del museo sospecha que alguien arrojó una llama a un montón de virutas por una ventana del sótano.
"Mi amor por este museo es demasiado grande dice la carta de la directora de la Galería de Arte Moderno de Roma.
Y añade: "Reconocí su mano cuando aquella acuarela de Cezanne fue robada. Su plan para crear un escándalo funcionó a la perfección". "Querido desconocido, he denunciado todas sus maldades", escribió la directora Augusta Monferini, definiendo a su perseguidor como a un terrorista de refinado talento. "De hecho, usted es tan impredecible como el viento".
