Atraco televisado
Dos jóvenes asaltan un banco y toman a dos rehenes ante las cámaras
¿Joder, es que no tiene otra cosa que hacer, por una tontería?", le espeto el atracador Juan León A. Z. a un reportero de radio con el que charló mientras permanecía pertrechado, con dos rehenes, en la sucursal bancaria que minutos antes había intentado atracar junto a un compinche de 15 años. El atraco de la sucursal del Banco Popular de Quart de Poblet (Valencia) fue retransmitido en directo. Los cacos pudieron explicar al periodista que estaban "sentados y esperando el dinero", y se disculparon por colgar el teléfono: "Perdona, pero la policía está en la puerta". Fue fácil detener a los expertos atracadores.
Los asaltantes tomaron como rehenes a una empleada y al cajero de la entidad, al que permitieron salir a por agua y bocadillos. El desarrollo y desenlace del atraco fue captado por las cámaras de Canal 9 y Antena 3.Los agentes acordonaron la zona minutos después del asalto. "Sólo veo tíos con gorra por todos los laos [en referencia a los agentes]. Sí, la policía está bien. Hay 4, 5, 27, la televisión, madre mía, ná", explicaba Juan León A. Z., de 18 años, a un periodista del servicio de radio de la agencia Efe. "Joder, otro medio de comunicación. ¿No tienen otra cosa que hacer, por una tontería?", le preguntó este atracador. A pesar de considerar de poca monta su acción, Juan León llevaba una pistola con una bala preparada en la recámara.
La empleada Cristina Giner y el cajero, de nombre Benjamín, llegaron a la sucursal hacia las ocho de la mañana. Entraron en la oficina, donde les esperaban los dos asaltantes, quienes habían entrado forzando una ventana.
Desde el interior de la oficina, el atracador y el periodista de Efe mantuvieron el siguiente diálogo:
Atracador. Dígales que nos traigan el dinero.
Periodista. ¿Qué pensáis hacer ahora?
A. Que nos traigan el dinero.
P. ¿El dinero de dónde?
A. De donde sea, aquí no quiere entrar el director para abrir la caja fuerte y yo quiero el dinero. Luego me quiero ir tranquilamente.
P. ¿Crees que te van a dejar salir tranquilamente? A. No sé, me da igual. Espérese un momento, que está la policía en la puerta.
Cuando llegó la policía empezaron a negociar. Los atracadores redujeron su petición de dinero hasta los cinco millones de pesetas. Benjamín se puso muy nervioso y pensó que quizás pudiera salir para recoger unos bocadillos y agua. "Estoy muy nervioso, tenemos visita", afirmó desde el interior del banco.Salir a por bocadillos
Los atracadores pidieron que entrase el director de la oficina, Joaquín García, para abrir la caja fuerte, ya que los rehenes no tenían las llaves. Juan León y su compañero, Agustín S. S., de 15 años, negociaron un canje entre el cajero, al que permitían salir a la calle a por los bocadillos, y el director, que les podría abrir la caja fuerte. Un policía de paisano se hizo pasar por el director de la sucursal y los asaltantes le franqueron el paso. El momento de confusión creado entre la salida del cajero a recoger las provisiones, el canje de rehenes y la entrada del falso director fue aprovechado por otros policías, quienes asaltaron la sucursal y desarmaron a los atracadores.
En el momento de entrar la policía, Luis del Olmo, de Onda Cero, se encontraba hablando con la empleada tomada como rehén. Por la radio, pudo captarse en directo el momento de la entrada de la policía. "Alto, al suelo, al suelo. Venga, tranquilos, que todo ha terminado", se oye gritar a un agente, entre ruidos de golpes. Previamente, uno de los atracadores había declinado hablar con el periodista, aunque aseguró que estaba "encantado de conocerle". Los detenidos tienen antecedentes de poca relevancia, según fuentes policiales. Son vecinos del barrio de Benimámet, en Valencia, y ayer prestaron declaración antes de pasar a disposición judicial.
El verdadero director del banco, Joaquín García, no quiso evaluar la "calidad profesional" de los asaltantes, pero destacó que se mostraron muy tranquilos. Lo mismo afirmaba tras su liberación Cristina Giner, la empleada retenida. "No eran muy profesionales", aseguró un policía. "Esto no me pasaría si fuera basurero", reflexionó el cajero.
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