El Gobierno aprueba la plena autonomía del Banco de España

El Gobierno dio ayer un nuevo paso hacia la unión económica y monetaria al aprobar en el último Consejo de Ministros del año el proyecto de ley de autonomía del Banco de España. Este texto permite que a partir del año 1994 sea el banco emisor el que decida la política monetaria con plena independencia del Gobierno, tal y como exige el Tratado de Maastricht. Con su aprobación se cumple también. otro de los compromisos del plan de convergencia.El proyecto, definido por el ministro de Economía, Carlos Solchaga, como "una de las leyes más importantes de esta legislatura y de la década socialista",supone que, a partir del 1 de enero de 1994, el Banco de España no sólo ejecutará la política monetaria, como viene haciendo ahora, sino que también definirá sus objetivos. Formular el tipo de cambio de la peseta, sin embargo, seguirá siendo prerrogativa del Ejecutivo, y la autoridad monetaria estará obligada a apoyar la política económica general del Gobierno, siempre que ello no menoscabe su tarea fundamental: velar por la estabilidad de precios y, por consiguiente, por el valor de la moneda.

A partir de la entrada en vigor de la ley, el Banco de España tendrá absolutamente prohibido financiar al Tesoro y otros organismos públicos. Ello supone que la autoridad monetaria no podrá conceder préstamos o adelantos, ni podrá permitir tampoco descubiertos en cuenta corriente ni al Estado ni a otras administraciones u organismos públicos.

El control de las actuaciones del Banco de España pasa al Parlamento, así como se modifica el mandato del gobernador, que será de un periodo de seis años no renovables, frente a los cuatro prorrogables de la actualidad. El gobernador y su familia no podrán invertir en Bolsa ni en empresas relacionadas con la actividad del banco.

El proyecto de ley se inspira, según explicó Solchaga, en estatutos de otros bancos centrales, como el del banco central alemán (Bundesbank) o la Reserva Federal de EE UU. Página 41