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La crisis abarata algo la Navidad de 1992

"Estas fiestas serán más amar. gas. La crisis es generalizada tanto en la capital como en el resto de España", afirma el presidente de la Asociación (de Empresarios de Pastelería de Madrid, Salvador Santos Campano.En su gremio ven la situación con poca dulzura: prevén bajar de 7.000 a 6.000 millones de pesetas las ventas de dulces de Navidad. Aun así, cada madrileño consumirá kilo y medic de golosinas, una cantidad respetable para paliar la amargura del difícil momento económico.

"Comer, beber y arder. Ahí es a donde la crisis llega más tarde, y ya ha llegado: alama de casa no le alcanza el dinero", diagnostica Santos Campano, No es el único que lo piensa, aunque también existen opiniones menos pesimistas.

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"Hay retraimiento. Quizá obedece más a motivos psicológicos que a la realidad económica, pero el caso es quese nota la crisis", puntualiza el directoi general de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid, Enrique Zaragoza.

Menos lujos

Algunos datos, evidentes, ilustran la apretura general de lo, cinturones. En Mercamadrid -el gran abastecedor de frutas y pescado a los comerciantes minoristas- también se percibe la recesión. La entrada diaria de peces y marisco ha disminuido en casi 50.000 kilos diarios respecto a diciembre de 1991, aunque sigue siendo más alta que fuera de la temporada navideña.

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"El consumo se ha restringido de forma notoria, y los precios han subido menos que otros años por estas fechas", afirma el jefe del departamento comercial de Mercamadrid, Carlos Martínez. Algunos precios incluso son inferiores a los de diciembre de 1991.

Aunque en tiempos de vacas flacas el recorte suele empezar por los gastos lujosos o superfluos, hay algunos factores que pueden estar influyendo. "La bajada de ventas del marisco obedece no sólo al alto precio, sino también a la marea negra en las costas gallegas, que ha provocado miedo en los consumidores", interpreta Enrique Zaragoza.

Al margen de ese problema, el representante autonómico hace un diagnóstico claro: "Estas navidades hay menos alegría a la hora de comprar". Según sus datos, el pasado noviembre las ventas de las grandes tiendas en Madrid fueron un 9% inferiores a las del mismo mes de 1991. Su volumen económico caerá el 1,3% este año, añade. Zaragoza considera que estos datos son aplicables también al pequeño comercio. Además, los minoristas no disfrutaron de las fuertes compras registradas durante el puente de la Constitución, porque cerraron sus puertas. Los grandes almacenes, en cambio, permanecieron abiertos y se llenaron de público.

A pesar de los datos que maneja la Administración autónoma y quizá con intención de que no cunda el pánico, en la Asociación Nacional de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (ANGED), que agrupa a grandes almacenes e hipermercados, cierran filas: "El volumen de ventas es similar al de otros años. No hemos notado la crisis", afirma un portavoz de los empresarios. Sin embargo, en una de estas tiendas, la dependienta desmiente el mensaje de que aquí no pasa nada: "Claro que se nota el bajón", dice. Otro dato abona la crisis: la reducción de contrataciones navideñas en el pequeño y el gran comercio se sitúa en torno al 15% (véae EL PAÍS del 14 de diciembre).

Como no hay mal que por bien no venga, hay quien encuentra ventajas en la situación: "Los aumentos de precios navideños son inferiores a los registrados en 1991", afirma Ana Martínez, de la Unión de Consumidores de España (UCE). 'Tensamos que se está comprando menos. La crisis se nota", añade. Esta asociación calcula que, en la Navidad del 92, el gasto se va a incrementar en menos del 35% habitual (porcentaje de aumento que suele producirse en estas fechas festivas).

'Con-su-mismo... coche'

La UCE aún no tiene datos para prever si el descenso de la demanda provocará una bajada de los precios o, por el contrario, un aumento -entre noviembre de 1991 y el mismo mes de este año, los precios (IPC) han subido el 5,5% en Madrid frente al 5,1 % de media nacional- Sin embargo, esta organizaión mantiene cierto optimismo a partir de un indicio: '"Los cavas han bajado", asegura Martínez.

"La gente está yendo a lo barato. Hay menos compra y, por tanto, menos venta, pero no creo que por eso vayan a bajar los precios. Los comerciantes esperan que hagamos lo de siempre, ir a comprar todos al final", dice el portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Juan del Real. "Esta Navidad será más austera. Hay menos presupuesto", sentencia.

Con todo, Del Real recomienda "no echar la casa por la ventana". "Hay que elaborar un buen presupuesto con lo que es necesario y útil, sin dejarse llevar por la publicidad, y adelantar en lo posible las compras, porque cuanto más nos acercamos a las fechas, más suben los precios", mantiene. La OCU también ha notado el retraimiento. "Hay una mayor concienciación de que el año 93 va a ser el año del consumismo: o sea, con su mismo pantalón, con su mismo coche... ", ironiza.

Entre los clientes que acuden a comprar hay opiniones variadas, desde los que se sienten acogotados por la crisis hasta los que no la notan o se refugian en el "Navidad sólo hay una".

"Estos días, los comercios tienen una normalidad anormal: no se notan las fiestas. Hay menos afluencia de público que otros años", opina el director de servicios de Consumo del Ayuntamiento, Juan Ignacio Rojas. Es el más optimista: "Quizá a partir de este fin de semana crezcan las ventas". Mientras tanto, ve alguna ventaja: "Las crisis enseñan a consumir mejor".

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