Rescatado el último cadáver de los cuatro mineros atrapados

El cadáver de Alfonso Fernández, de 42 años, el único de los cuatro mineros que aún no había sido rescatado de las entrañas del pozo Santa Bárbara, fue sacado ayer de la mina poco después de las siete y media de la tarde. Unas 5.000 personas pudieron ver en la bocamina cómo salía el último de los trabajadores muertos en el derrumbe. Esas 5.000 personas venían de los entierros de los otros tres mineros de Hunosa, rescatados el viernes.Una multitud silenciosa, emocionada y respetuosa acompañó a los tres féretros que recibieron sepultura en tres localidades diferentes de la cuenca. Dos celebraron funeral cristiano y otro fue enterrado en el cementerio civil. El cuarto será enterrado hoy.

En La Hueria de Urbies, donde residía el vigilante Miguel Ángel Noguerol, muy estimado entre sus vecinos, y que además era un reputado cazador, el dolor y el sufrimiento eran palpables en cada esquina. La iglesia parroquial de Urbies se vio totalmente desbordada por la enorme cantidad de personas que asistieron al funeral.

Los otros dos, los picadores José Luis Diaz Guerra y David Vázquez Fernández, permanecieron desde su rescate en la capilla del hospital de Hunosa en la propia localidad de Turón, donde sus familiares recibieron cientos de expresiones de condolencia desde el viernes por la tarde. El funeral por Diaz Guerra se celebró en la iglesia de Turón, que tampoco pudo acoger a todos los que quisieron asistir a la ceremonia y después fue. trasladado al cementerio de Mieres, localidad en la que residía. David Vázquez no tuvo ceremonia religiosa pero fue acompañado también por centenares de personas hasta el cementerio de Turón, donde recibió sepultura civil.

Actos suspendidos

Unos 2.000 mineros de las cuencas de León asistieron a estos actos junto con miles de sus compañeros asturianos. Actos deportivos, culturales y políticos fueron suspendidos o aplazados en las dos principales cuencas carboníferas en señal de duelo y para permitir la asistencia a los funerales. No hubo ninguna actividad ayer en las zonas mineras.Mientras esto ocurría en el exterior, en el interior del pozo Santa Bárbara, las brigadas de rescate continuaron por noveno día consecutivo su agotador y permanente trabajo en busca del cuarto minero, el picador Alfonso Fernández, que también quedó atrapado en el taller en el que se produjo el accidente.

Miles de personas permanecieron expectantes en la explanada del pozo hasta que vieron salir el cuerpo de Alfonso Fernández, cuyo cadáver fue loca lizado en un lugar muy próximo al que se encontraban sus tres compañeros de tajo.