El último sueño de Joan Miró, su fundación mallorquina, se inaugura hoy en Palma
El presupuesto inicial del centro, de 200 millones, se ha cuadruplicado
"Dentro de unas horas se inaugurará el último sueño de Miró", afirmó ayer Pablo Rico en la presentación de la nueva sede de la Fundación Pilar y Joan Miró de Palma de Mallorca, de la que es director. Un sueño que se inició en 1981 cuando se constituyó de hecho la fundación con los fondos donados a la ciudad por el pintor y su esposa, Pilar Juncosa, y continuó cuando en 1986 el Ayuntamiento de Palma de Mallorca decidió encargar al arquitecto Rafael Moneo un edificio que sirviera como sede de la entidad. El presupuesto inicial, de 200 millones de pesetas, se ha multiplicado por cuatro y, tal como reconoció ayer Moneo, el proyecto ha tenido que afrontar múltiples problemas administrativos.
Finalmente, tras muchos aplazamientos, este mediodía se inaugura de forma oficial la fundación mallorquina en el acto que dará inicio al Año Miró, que se celebrará durante todo 1993 en conmemoración del centenario del nacimiento del artista.La exposición Colección Miró, que inaugura la fundación, está formada por más de 200 pinturas, esculturas, dibujos y grabados de Joan Miró realizados entre los años cincuenta, sesenta y setenta. Se trata de obras pertenecientes en su mayoría a la fundación y a la familia Miró Juncosa, si bien la exposición inaugural exhibe también obras de la fundación mironiana de Barcelona y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Los cuadros y esculturas colman las paredes del edificio-estrella, la galería diseñada por Moneo como un homenaje al "espíritu anárquico y roto que animaba la creación de Miró".
Los organizadores han querido mostrar la práctica totalidad de sus fondos o, al menos, su diversidad, para lo que han necesitado utilizar casi todo el espacio disponible, incluso la misma biblioteca de la institución. Esta exposición se completa con una instalación de cerca de 300 obras pertenecientes a artistas o personas que tuvieron relación directa con Miró y que se presenta a modo de homenaje al artista.
El edificio que ha construido Rafael Moneo se enmarca en lo que se denomina territorio Miró, un término acuñado por la dirección de la fundación con el objeto de agrupar los distintos edificios que constituyen el legado del pintor.
El territorio mironiano lo integran el estudio diseñado por Josep Lluís Sert -que, con pequeñas variaciones, se mantiene tal como se encontraba cuando falleció Miró, hace ahora nueve años-; el taller de Son Boter, una antigua casa pairal (casa solariega) mallorquina en la que el artista trabajaba sus esculturas y donde realizó numerosos graffitis en las paredes, así como los estudios de grabado y litografía. Estos talleres integran el recorrido por el Miró más íntimo, ya que en ellos se mantiene viva todavía la presencia del pintor.
Cesión de talleres
A partir del próximo domingo, el visitante podrá conocer estos pequeños santuarios de la obra mironiana, si bien el acceso quedará restringido y será necesaria la compañía de un guía especializado. En los talleres de grabado y litografía se realizarán cursos de las distintas técnicas de estampación. Estos talleres también se cederán periódicamente a a distintos artistas contemporáneos -a determinar por el patronato de la fundación- para que los utilicen durante temporadas variables para realizar sus obras.
"Lo hemos dicho muchas veces, este territorio Miró será un centro vivo de creación y difusión artística a todos los niveles", afirmó Pablo Rico. "Confiarnos en que la fundación esté a pleno rendimiento a principios de la próxima primavera, si bien el catálogo completo de nuestros fondos no estará listo hasta dentro de dos años".
Entre las actividades previstas para 1993 figuran exposiciones de André Masson, Jasper Johns, John Cage, Catalá-Roca, José María Sicilia, Perejaume, Fabrizio Plessi, Eduardo Chillida, Emilio Vedova, Llorene, Artigas, Joan Brossa, J. Kosuth, Gloria Friedman y Ben Jakober. En el campo musical se han programado entre 10 y 12 conciertos de compositores contemporáneos y de cantautores catalanes. El Aula de Poesía, que será abierta por Rafael Alberti, realizará a lo largo de 1993 numerosos recitales con la presencia de unos 30 poetas.
Este próximo año se concederán por primera vez las becas Pilar Juncosa-Sotheby's, cuyo fondo total asciende a 134 millones de pesetas, de los que en 1993 se destinarán 10 millones para ayudas a artistas e investigadores. La viuda del pintor, principal benefactora de la fundación mallorquina, no asistirá a la inauguración debido a su delicado estado de salud. Los Reyes tampoco estarán presentes en el acto de inauguración.
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