La mirada pictórica del siglo
La exposición Pablo Picasso. Colección Ludwig del Museo Picasso de Barcelona incluye tan sólo 180 obras de las más de 800 que integran el fondo picassiano del coleccionista alemán, probablemente el mayor del mundo en manos privadas. La colección Ludwig de Picasso se compone de unas 200 obras originales -pinturas, dibujos, esculturas y piezas de cerámica- además de 600 piezas de obra gráfica, divididas en aguafuertes, grabados, puntas secas, aguatintas, linóleos y linograbados. Entre la obra gráfica se cuentan obras tan capitales de Picasso corno las suites Vollard y Vuillard. Barcelona es el primer lugar que acoge una parte tan importante de la colección Ludwig reunida, ya que sus piezas suelen estar repartidas entre museos de Aquisgrán, Colonia, Coblenza, Viena y Budapest.En la exposición barcelonesa, organizada por María Teresa Ocaña, directora del Museo Picasso, y Evelyn Weiss, subdirectora del Ludwig Museum de Colonia, las obras están ordenadas cronológicamente, pero la colección Ludwig, por su misma estructura, es una colección de autor y de tesis. De autor, porque las obras han sido adquiridas con arreglo a un plan, cuyo objetivo era tener representados todos los periodos y evoluciones de la obra picassiana. De tesis, porque Ludwig -autor de una monografía sobre Picasso, escrita en 1950 ha sostenido siempre que "Picasso hacía mención a una totalidad. La obra aislada es significativa, pero la serie completa alcanza una importancia aún mayor". Picasso, con arreglo a este planteamiento, volvía constantemente a las mismas series temáticas al tiempo que innovaba incesantemente su expresión formal, insertando su vida en el siglo dentro de la mirada eterna de la pintura.
La colección permanente del Museo Picasso de Barcelona es rica en obras primerizas del pintor y nutrida de cuadros de la última época, como la serie de Las Meninas. Entre las piezas de la colección Ludwig, cuya presencia permanente en Barcelona enriquecería el museo, pueden contarse cuadros relacionados con Cataluña, como Mujer con mandolina, de 19 10, pintado en Cadaqués; comentarios de otras obras semejantes a la serie Meninas, como El desayuno sobre la hierba según Manet (1961); grabados de series españolas como Sueño y mentira de Franco (1937) y, más en general, piezas de los periodos cubista y surrealista o de los últimos años cuarenta y primeros cincuenta, dos periodos escasamente representados en el museo barcelonés.
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