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Plusvalías frente a beneficios

El caso Macosa es la derivada civil y penal de la disgregación industrial sufrida en los últimos años por algunos grupos para los que la obtención de rápidas plusvalías ha reemplazado a la búsqueda del beneficio. Santos se hizo cargo de Macosa cuando esta empresa, controlada por el Banco Central, atravesaba la peor crisis industrial de su historia. Como sucedió con La Maquinista Terrestre y Marítima y con Ateinsa, la situación de Macosa se había agravado a mediados de los ochenta con el recorte sustancial de las compras presupuestadas por Renfe, cliente único para las empresas de material ferroviario.La última crisis de la siderurgia, la revalorización de los activos inmobiliarios y la fiebre de fusiones y escisiones acabaría con Macosa, uno de los emblemas de la revolución industrial española, creada en 1881 por la familia de Manuel Girona, fundador del Banco de Barcelona y ex alcalde de la ciudad. Santos fue en gran medida el ejecutor de aquella inevitable extinción industrial.

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'Caso Macosa': un paso más

Macosa desmontó sus instalaciones para convertirse en un solar, Diagonal Mar, una de las apuestas posolímpicas del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, en la que Kepro proyecta construir 5.000 viviendas. Santos, que accedió a la subsecretaría de Industria siendo ministro Carlos Solchaga y la abandonó cuando Luis Carlos Croissier sustituía en, ese cargo a Joan Majó, entró en Macosa como un experto del sector. Antes había ocupado la Dirección General de Siderometalúrgicas y la presidencia de Nueva Montaña Quijano -controlada por el Banco de Santander- por encargo de Emilio Botín, en aquel entonces presidente del banco.

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