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Corcuera plantea límites a la inviolabilidad de los parlamentarios

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, puso ayer en duda en el Senado que la actuación de la diputada Cristina Almeida y la senadora Isabel Vilallonga, ambas de Izquierda Unida, durante los incidente en la fábrica madrileña de Plata Meneses estuviese amparada bajo la inviolabilidad parlamentaria. Vilallonga retó al ministro a que si tenía sospechas sobre la licitud de su actuación, lo denunciase ante la justicia. Corcuera afirmó que no había ningún elemento sancionable en la actuación policial.

Corcuera no reiteró ayer en el Senado, ante cuya comisión de Justicia compareció, que la actuación policial en el desalojo de Plata Meneses, el pasado 25 de noviembre, fuese "modélica", como dijo en el Congreso, pero sí garantizó que fue legítima". El titular de Interior basó la legalidad, de la actuación en varios elementos: los propietarios de la empresa habían solicitado 10 veces a la policía el desalojo del local, ocupado desde hacía 40 días; el recinto no estaba invadido por trabajadores, sino ex trabajadores, y la entidad se hallaba en manos de una comisión liquidadora intervenida judicialmente.Corcuera explicitó que no entendía la protesta de los trabajadores, que habían firmado un acta de conciliación y admitido el monto de las indemnizaciones.

Pertrechado de un detallado informe elaborado por la subdirección de la Policía, el ministro abrumó con datos a los senadores. Aseguró que el chófer de Isabel Vilallonga, tras aparcar een doble fila, penetró en el local de Plata Meneses y mantuvo un forcejeo con un agente. Corcuera echó mano del testimonio de un camionero, para indicar que Almeida, tras rechazar la sugerencia de un agente para que abandonase el local, sufrió "un leve empujón" de un policía. El ministro fue explícito: en ningún momento "se apaleó a las parlamentarias". No obstante, del testimonio leído de un trabajador sí se infería que un obrero recibió diversas patadas de un policía cuando estaba en el suelo.

"Ofensa a la Cámara"

El ministro replicó que también hubo agresiones contra los policías y enfatizó que la policía actual no es la del franquismo, y se halla bajo control del poder establecido.

Izquierda Unida no se mostró satisfecha con la explicación del ministro. Andrés Cuevas consideró una "ofensa a la Cámara" que se dé más valor a la palabra de un camionero que a la de la senadora Vilallonga y acusó a Corcuera de hacer populismo sobre si los parlamentarios pueden ser golpeados o no como cualquier ciudadano. A su petición de un mandamiento judicial para que la policía desalojase dicho local, Corcuera replicó que las Fuerzas de Seguridad no deben requerir autorización judicial para desalojar un recinto si lo pide su legítimo propietario.

Corcuera precisó que la orden de intervención en Plata Meneses partió del delegado del Gobierno de Madrid en funciones, previa consulta de Interior. Vilallonga destacó la licitud tanto de la ocupación de los trabajadores como la presencia de los parlamenta rios de IU y se quejó de que un policía no le dejó su radiotransmisor para ponerse en contacto con Corcuera. El ministro replicó que ese canal de comunicaciones es reservado.

Vilallonga insinuó que se estaban sustrayendo materiales de la empresa cuando los trabajadores procedieron a la ocupación, versión que desmintió Corcuera.

Juan José Unzeta, del PP, no dudó de la versión de IU ni del ministro, pero sí recalcó que le preocupan las dudas que mostró Corcuera sobre los límites de la inviolabilidad de los parlamentarios . El ministro fue rotundo: "Yo lo dudo; el Tribunal Constitucional lo duda", y en apoyo de estas tesis esgrimió diversas sentencias del Constitucional sobre las prerrogativas parlamentarias.

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