_
_
_
_

La aventura americana de un rockero español

Manolo Tena presenta en Madrid su disco grabado en Estados Unidos

Acaba de llegar de Estados Unidos con un disco de título racial -Sangre española-, alto presupuesto -más de 30 millones de pesetas-, grabado en los mejores estudios de tres ciudades norteamericanas -Nueva York, Miami y Los Angeles- y con músicos importantes como Abraham, Laboriel. Tras una larga y accidentada carrera en grupos como Cucharada y Alarma, Manolo Tena presenta hoy en la sala Revólver de Madrid este segundo disco en solitario, con el que afirma haber salido del underground madrileño, antes de regresar a su aventura americana.

Un buen día desapareció. Tras de sí había dejado unos duros comienzos ganándose la vida como botones, dibujante, retocador de negativos, chico de imprenta, repartidor de folletos, vendedor, camarero, pinchadiscos y albañil. También abandonó un pasado en el pop español como miembro de los grupos Cucharada y Alarma; algunas canciones que todavía se recuerdan -Frío, Marilyn Monroe...-; una antigua relación con la heroína; un primer disco en solitario grabado por Elígeme, una pequeña compañía madrileña, que pasó casi inadvertido, y un prestigio como compositor para Miguel Ríos, Ramoncín, Joaquín Sabina y Luz Casal.Con el mismo sigilo que se fue, Manolo Tena -un madrileño de 35 años, descendiente de extremeños- reapareció con un disco bajo el brazo, grabado a todo lujo en Estados Unidos, bajo la protección de un alto cargo de la multinacional que ahora publica su trabajo. "Tomás Muñoz, responsable de Sony-CBS para toda el área de América Latina, se enamoró de mis canciones, me . envió un billete para Nueva York, me puso una limusina en la puerta y reservó habitación en el hotel Hilton", dice Manolo Tena.

Proceso meticuloso

El proceso de grabación ha sido largo y meticuloso. Maquetas, pruebas y ensayos realizados en España y Estados Unidos, y tratamiento de la voz con la foniatra de Gloria Estefan -"Me tenía que operar de un nódulo en las cuerdas vocales y ella me solucionó el problema", dice Manolo Tena-. Una experiencia que ha marcado al músico español. "Aparte de Julio Iglesias, nadie ha saltado el charco en estas condiciones. He salido del underground madrileño para pasar al lujo neoyorquino. Aquí nadie me dio una oportunidad y por fin he podido trabajar como quería. Con buen pincel bien se pinta, y tengo el mejor disco, que suena igual que las grabaciones norteamericanas. Regreso con la cabeza bien alta".El disco en cuestión se llama Sangre española -"es lo que late en mi corazón. No he cambiado porque perdería mi público y no conseguiría uno nuevo. Sería tonto a estas alturas volverme ligth", dice-, y Tena se muestra esperanzado con la publicación del disco en Latinoamérica: "Allí buscan rock, no melódicos tradicionales, y es el espacio que puedo ocupar. Voy a intentarlo como cantante y como autor".

Pero, tras la experiencia norteamericana, Manolo Tena ha tenido que volver a Madrid a buscarse la vida. "Aquí lo veo todo muy muerto. No hay nada nuevo y por eso Sabina se lo ha llevado todo. Albert Pla me parece un genio, pero ya estaba cuando me fui. Creo que los ochenta son irrepetibles y los noventa se plantean como una etapa de reflexión, como ya sucedió en los setenta". Ante la dureza del panorama, Tena piensa volver a Estados Unidos el próximo año para intentar lanzar internacionalmente su carrera. "Allí están las posibilidades para desarrollar una obra y tengo un contrato que me lo permite".

Tena asegura haber dejado atrás la heroína -"hace dos años que estoy fuera de esa historia, y si eres adicto, Estados Unidos es el lugar ideal para llevar una vida sana. Allí, la droga está en los guetos; aquí, al alcance de la mano"-, y no cree idealizar el paraíso americano: "Una vez allí, se te quita el mito y las virtudes superan los defectos".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_