La Biblioteca Nacional sustituye los viejos ficheros por ordenadores de avanzada tecnología

Doce ordenadores en el vestíbulo de la primera planta de la Biblioteca Nacional, en Madrid, son la primera señal visible de que esta vieja institución pretende ser un importante y moderno centro de investigación y estudio. El sistema ARIADNA y el CD-ROM, de última tecnología, sustituirán a los viejos ficheros que, poco a poco, desaparecerán. Con esta iniciativa la Biblioteca pretende, según sus directivos, abrir sus puertas y ser más accesible.

Los 12 ordenadores recién instalados son de uso libre para cualquier ciudadano. Con ellos está previsto que se pueda obtener información de 325.000 títulos de libros españoles y extranjeros, además de acceder a los libros españoles catalogados por la Biblioteca Nacional desde 1976. Este sistema se conectará en un futuro con la red internacional de bibliotecas. Así se podrán obtener desde Madrid datos de las bibliotecas londinenses, norteamericanas o francesas, entre otras."Éstas y las reformas futuras se deben, al espíritu de apertura de la Biblioteca", señaló ayer Carmen Lacambra, directora de la Biblioteca Nacional. "Queremos que el ciudadano se acerque a nosotros y que a partir de ahora el acceso a los datos de que disponemos sea más sencillo", añadió. Junto al nuevo sistema- informatizado de consulta general ayer se presentó el servicio de documentación bibliotecaria. Este servicio, cuyos fondos pertenecen a la Dirección General del Libro -que ha entregado 30.000 volúmenes y 200 colecciones de revistas-, está destinado exclusivamente a bibliotecarios, archiveros, documentalistas y profesionales del libro y de la comunicación, ya que se trata de un espacio de documentación muy especializado, según sus responsables.