¿Un paliativo para Somalia?
En una decisión justa, se han enviado a Somalia tropas de EE UU para garantizar la distribución de alimentos a millones de personas que se están muriendo de hambre. Pero, en lugar de hacer las cosas bien, Bush parece inclinarse a hacerlas rápidamente. Ya antes de que la ONU aprobara el envío de fuerzas de EE UU bajo sus auspicios, Washihgton decía al mundo -y a los bandoleros de Somalia- que toda la operación militar estaría concluida el 20 de enero, día de la transmisión de poderes. Así, los telespectadores verán durante las vacaciones cómo los marines protegen la distribución de alimentos y medicinas a un pueblo exhausto. Eso es algo, qué duda cabe, pero existe el peligro de que no sea más que un paliativo. Conociendo el plazo, es obvio que los señores de la guerra y los bandoleros no presentarán batalla a los 20.000 soldados de EE UU. Sólo tienen que esperar a que se retiren para continuar el saqueo de alimentos, las guerras de clanes y el pillaje asesino contra los organismos de cooperación. Si no se garantiza la seguridad a más largo plazo, es. probable que sea ése el espectáculo que tenga que afrontar el 21 de enero el nuevo presidente, aún no puesto a prueba en materia de política exterior. (...) Por desgracia, no parece que Bush vaya a utilizar sus últimos días en la presidencia para tratar la tragedia de Somalia como algo más que una ostentosa operación política en una causa sin duda justa. 6 de diciembre
