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Bush ordena la intervencion Militar en Somalia

Antonio Caño

El presidente norteamericano, George Bush, dio ayer la orden para el inicio de la Operación Restauración de la Esperanza en Somalia, que dirigirá el general Joseph Hoar. Esta acción, explicó, es por tiempo limitado y de carácter humanitario, pero las tropas están preparadas para utilizar la fuerza contra los grupos armados que intenten obstaculizar la distribución de la ayuda alimentaria. El presidente no especificó el número de soldados que será necesario, pero adelantó que será "una sustancial fuerza militar". Bush señaló que las tropas internacionales no permanecerán en Somalia "ni un día más de lo necesario".

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Atendiendo a la llamada de la ONU y en un intento de abandonar gloriosamente su presidencia, George Bush compareció ante la nación por primera vez desde su derrota electoral para anunciar una nueva expedición militar norteamericana en el extranjero, la primera en África en más de 30 años. El presidente electo, Bill Clinton, mostró ayer su apoyo a la decisión de George Bush. El presidente manifestó que las misiones de esta expedición serán establecer un ambiente seguro para la distribución de ayuda y preparar el camino para que, posteriormente, una fuerza multinacional de la ONU se encargue del mantenimiento de la paz. La Casa Blanca confía en que ese trabajo esté terminado antes del 20 de enero , fecha del relevo presidencial en EE UU.

En una decisión unánime los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU decidieron el jueves, por primera vez autorizar el uso de la fuerza para intervenir en asuntos internos de un país sin que haya mediado siquiera la solicitud de ese Estado. El Consejo de Seguridad dio este paso ante el convencimiento de que la situación de hambre y anarquía que existe en Somalia constituye una grave amenaza para la segur¡ dad y la paz internacional Bush dijo que ha decidido res ponder a la llamada de la ONU para evitar la muerte de más de un millón y medio de somalíés por hambre.

El presidente electo, Bill Clinton, manifestó su pleno respaldo a Bush por "haber tomado el liderazgo en este importante esfuerzo humanitario" y le dio las gracias por haberle mantenido permanentemente informado del curso de los acontecimientos en este caso.

El primer contingente, de 1.800 marines, podría desembarcar en las costas somalíes para hacerse cargo, en primer lugar del aeropuerto de la capital del país, Mogadiscio, este mismo fin de semana. Otras fuentes en Washington han sugerido, sin embargo, la posibilidad de que esa primera intervención se re trase -un par de días para coordinar todos los detalles de la ope ración con otros países que se han ofrecido a colaborar.

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Salida de las tropas

El mayor número de tropas saldrá hoy desde el cuartel de Camp Pendleton (California), que aportará 16.000 hombres, y Fort Drum (Nueva York), de donde partirán 5.000 soldados. El número total de fuerzas norteamericanas en la zona ascenderá, según los cálculos actuales, a 27.000, a los que se sumarán 2.000 soldados franceses y otros pequeños contingentes de Pakistán, Marruecos, Italia, Bélgica, Canadá y Egipto. El Reino Unido descartó ayer enviar tropas.

Pese a las prisas que los norteamericanos tienen para concluir estamisión, expertos del Pentágono consideran que serán necesarias varias semanas para desplegar de forma segura todas las tropas por los puntos en los que es necesaria su presencia. Solamente el traslado de los 16.000 hombres de Camp Pendleton requerirá 250 vuelos de aviones-de transporte C-5 y C-141.

A es a dificultad se suman las carencias de la infraestructura en Somalia. A diferencia de Arabia Saudí, donde estaba establecido el cuartel general de la operación Tormenta del Desierto, Somalia no tiene carreteras, puertos y aeropuertos adecuados.

La expedición estadounidense cuenta, por esa razón, con un alto número de ingenieros y expertos en infraestructura, así como apisonadoras y otros materiales de construcción, además de grandes cantidades de agua mineral, plantas de energía y otros productos necesarios para el cumplimiento de esta operación. La mayoría del equipo llegará desde la-base de los marines en la isla de Diego García, en el océano índico.

Oficiales norteamericanos reconocen, además, que sus tropas llegarán a Somalia con un gran desconocimiento sobre lo que allí les espera. Aparentemente, el poder militar de los grupos armados que actúan en ese país no constituye una seria amenaza para las tropas estadounidenses. Pero no se descarta que se planteen situaciones de enfrentamiento militar que la expedición norteamericana no desea. Ayer mismo, un soldado paquitaní de la fuerza de la ONU mató a un pistolero somalí e hirió a otros dos en un tiroteo en el aeropuerto de Mogadiscio. Al parecer, el casco azul actuó en defensa propia. "No nos planteamos esto como una operación de asalto en el sentido de llegar a un punto caliente y empezar a disparar contra la gente. El objetivo último es alimentar a la población, establecer puntos de distribución y decirle a la gente: estamos aquí para ayudar", afirma el jefe del Cuerpo de Marines, general Carl Mundy.

Las fuerzas norteamericanas ni siquiera quieren verse implicadas en la misión de retirar las armas a los grupos guerrilleros, aunque está previsto que se, presente una oferta para pagar una compesación económica por cada arma que se ponga en manos de las fuerzas multinacionales.

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