Los profesionales de la cultura española temen una catástrofe para el sector
Piden al Ministerio de Cultura leyes que los hagan competitivos con Europa
"Miedo, peligro, catástrofe" fueron los términos más utilizados por los profesionales de la cultura española en las jornadas de reflexión sobre El sector cultural español y el proceso de integración europea que se clausuraron ayer. Alrededor de 140 profesionales y gestores culturales fueron convocados durante dos días por el Ministerio de Cultura para, en palabras del subsecretario de Cultura, Santiago de Torres, dar "no conclusiones, sino sugerencias que sirvan al ministerio para diseñar nuevas estrategias".Todos los sectores coincidieron en pedir al ministerio más coordinación con otros ministerios y comunidades autónomas, así como medidas legislativas que los sitúen en condiciones más competitivas con Europa. Aunque el tono tanto por parte de la Administración como de los profesionales fue en todo momento cordial, la reflexión' que cada sector hizo de sus perspectivas de futuro dentro de la Comunidad Europea estuvo presidida por dos lemas: "No sabemos si tenemos que salir a Europa o si nos vienen" y el otro "Pedimos normas, no limosnas".
El propio subsecretario de Cultura reconoció: "Nuestros mercados son poco competitivos. En los sectores de música, cine y libros vamos a estar más oligopolizados porque, tendremos más inversión de grupos extranjeros". Pero a pesar de todo De Torres, así como el ministro Solé Tura hicieron gala de optimismo diciendo: "Tenemos bases para pensar que la integración no va a ser negativa".
El análisis que cada sector hizo de sí mismo no fue así de alentador. El sector de cine y audiovisual manifestó: "Si alguien está en peligro somos nosotros, porque es difícil hablar de nuestra integración en el mercado único europeo sin arreglar lo que pasa en casa". Pidieron que se Ilenen las lagunas legislativas de acuerdo con el mercado común", así como que "se cree una alta autoridad que haga cumplir la ley", refiriéndose a que todavía no se ha aplicado en España la directiva europea de televisión sin fronteras.
El sector del libro e industria editorial se reconoció como poco competitivo ante Europa y pidió una reconversión. El de música e industria fonográfica exigió una ley de música, pendiente desde 1934 y reconocieron que son víctimas de una colonización cultural. También afirmaron "no tenemos en España ni dos mil músicos profesionales. El 80% de los músicos de las orquestas son extranjeros".
En artes escénicas se llegó a dar el dato "de la necesidad de revisar los costes de producción de los montajes que son más altos en España que en Europa, lo que nos restará competitividad". En danza y en circo se habló incluso de que supondrá "una catástrofe la confrontación con Europa". En artes plásticas se criticó la grandeur del 92 por parte de la Administración y se pidió más control del gasto y mayor equilibrio entre la creación nacional y la importación de las exposiciones internacionales. El sector del patrimonio pidió una mayor coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas y ayuntamientos, así como un plan nacional del inventario del patrimonio.
Babelia
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