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Los bosnios corren el riesgo de ser Ios palestinos de Europa, dice Máximo Cajal

Alfonso Armada

El subsecretario del Ministerio español de Asuntos Exteriores, Máximo Cajal, que ayer concluyó en Split, Croacia, una visita de tres días a dos ex repúblicas yugoslavas, reconoció su perplejidad y su impotencia ante el drama que se vive en Bosnia-Herzegovina. Cajal aseguró que los musulmanes bosnios, "las mayores víctimas del conflicto balcánico", corren el riesgo de convertirse en los palestinos de Europa.

Cajal, que ayer visitó el cuartel de la agrupación Málaga en Dibuje, a las afueras de Split, donde se encuentra el grueso de los cascos azules españoles desplazados a la antigua Yugoslavia, desdeñó la responsabilidad de la Comunidad Europea (CE) en el estallido, evolución y agravamiento de la guerra en Bosnia. "La principal responsabilidad es de los propios contendientes. La comunidad ha hecho lo que ha podido, y la ayuda humanitaria es buena prueba de ello".Cajal admitió el temor, que el Gobierno español comparte con otros países europeos, de que la guerra se pueda extender a Kosovo y Macedonia. "Alguien pagará un precio por esta guerra, el problema es saber cuánto y cuál será ese precio. Me temo que podemos acabar asistiendo a una palestinización de Bosnia-Herzegovina. Hay pueblos que parecen condenados por la historia", señaló el antiguo embajador español en Guatemala, que conoce por su propia trayectoria profesional el estigma que parecen arrastrar algunos grupos humanos.

El segundo del Ministerio de Exteriores español, el primer alto cargo civil que visita a las fuerzas españolas desplazadas a Croacia, mostró su perplejidad e impotencia ante lo que está sucediendo en Bosnia. "Tengo un sentimiento de frustración ante la supuesta pasividad de la comunidad internacional. Pero no estoy de acuerdo en que la actitud de Europa podría haber sido otra", dijo ayer Cajal en Split, aunque sin embargo admitió que las medidas de presión dictadas por las Naciones Unidas no han sido efectivas. "Hay que reforzar las medidas de presión, sobre todo contra Serbia, que es la potencia hegemónica en la zona, pero también sobre Croacia".

Máximo Cajal admite que los dictámenes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas empezaron a un nivel muy bajo. "La aplicación del embargo y su vigilancia por las unidades de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y de la UEO (Unión Europea Occidental) fueron un espejismo. Se ha ido por detrás de los acontecimientos, pero creo que es injusto decir que la CE es responsable de lo que sucede".

La tregua firmada por las fuerza regulares croatas y los combatientes serbios de Bosnia, que entró en vigor en la medianoche del domingo, se rompió ayer en varios puntos del frente norte y central. Las localidades de Zenica, Tesanj y Doboj sufrieron algunos bombardeos. También Gradacac, fortaleza de las fuerzas musulmanas y croatas, fue objeto de ataques a lo largo del domingo. La capital bosnia, Sarajevo, recibió el lunes una lluvia de proyectiles antiaéreos que afectaron a la cárcel, donde murieron tres presos, y a la sede de las Naciones Unidas (Unprofor).

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