El fuego arrasa la gran sala del palacio de Sissi
Un gran incendio destruyó en la noche de ayer varias estancias del Hofburg, el palacio imperial vienés, residencia de la emperatriz Sissi, esposa de Francisco José I y rescatada de los libros de historia por la actriz Romy Schneider. El Redoutensaal, el legendario salón de banquetes y conferencias, quedó arrasado. Las llamas alcanzaron también la Biblioteca Nacional y el establo. El incendio de la residencia de los Habsburgo se produce una semana después de que el castillo británico de Windsor fuera pasto de las llamas. Como en aquel caso, el Hofburg no estaba asegurado.
El aviso del siniestro se dio a la 1.30 horas de ayer, aunque el fuego debió iniciarse horas antes. Los detectores de humo no activaron las alarmas. En breves minutos, el incendio se extendió rápidamente al techo, desde donde salían enormes llamas que podían ser vistas desde barrios periféricos de Viena.Fue una noche que se vivió como una catástrofe en la ciudad, docenas de vehículos de bomberos y policiales se desplazaban a toda velocidad con luces. alarmas sonoras y de Sólo después de cinco lloras de duro trabajo 350 bomberos lograron controlar las llamas. La policía evacuó a los vecinos de los bloques cercanos al Hofburg. Hasta ahora se han dado versiones contradictorias sobre las causas del incendio, pero se cree que el origen estuvo en un descuido de los trabajadores encargados de obras de renovación en la Redoutensaal.
El fuerte viento ayudó a que el fuego se extendiera a la Biblioteca Nacional, donde cientos de voluntarios y 200 policías intentaban rescatar las obras más antiguas y valiosas. Los bomberos utilizaron la menor cantidad de agua posible para no destruir los 192.000 tomos del siglo XVI. Según la directora general de la Biblioteca, Magda Strebl, "no se registraron daños mayores" y el sistema central de computación quedó intacto.
Los establos, donde viven en la temporada de invierno los lipisanos, los famosos caballos blancos de la Escuela Española de Equitación, sufrieron pequeños daños, pero los 69 equinos fueron evacuados al Volksgarten (parque popular) por todo tipo de voluntarios, desde taxistas y guardias nocturnos, hasta políticos y periodistas.
En la soleada mañana de ayer una gruesa nube de humo cubría el centro de Viena y en el casco histórico olía a quemado. El tráfico rodado fue suspendido y docenas de vehículos policiales y de bomberos bloqueaban los accesos al centro. Miembros del Gobierno acudieron al lugar del siniestro, el símbolo de la identidad cultural de Viena y escenario de importantes acontecimientos históricos. El salón del Redoutensaal acogió los hitos del deshielo entre el Este y el Oeste: la entrevista entre John Keneddy y Nikita Kruschov en 1962 o el beso fraternal entre Jimmy Carter y Leonid Bréznev tras la firma de los acuerdos SALT II en 1979. El complejo del Hofburg fue la sede de la Conferencia para la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) en 1989 y en la actualidad funciona como centro de prevención de conflictos de este organismo. Una gran parte del archivo de esa organización resultó destruido. El ministro de Economía, Wolfgang Schuessel, confirmó que el Hofburg, al igual que el castillo de Windsor, siniestrado hace una semana, no estaba asegurado.
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