Craxi fracasa en su intento de lograr un apoyo rotundo del PSI
Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI) durante los últimos 16 años, no logró ayer el apoyo rotundo que esperaba de la Asamblea Nacional de su partido frente a la corriente Renovación Socialista que dirige su ex delfin, Claudio Martelli, disputándole el liderazgo. De los 665 votos que integraban la asamblea, Craxi obtuvo sólo 309, frente a los 160 de Martelli.Los resultados, que incluyeron otros 20 votos a una propuesta de compromiso, que ayer se definió más próxima a los rebeldes, y casi 200 abstenciones, fueron claramente malos para el líder socialista, que antes de las votaciones había indicado, a través de sus hombres de confianza, que obtendría más de 400 votos. Hay que señalar que la Asamblea Nacional del PSI ha sido siempre un órgano de celebraciones más que de debate, en el que intervienen, por ejemplo, figuras de la cultura y del espectáculo, como la actriz Sandra Milo y el director teatral Maurizio Scaparro.
Protesta de los opositores
Por ello, los opositores habían protestado desde el primer momento por la decisión de Craxi de reunir la Asamblea para responder a la petición de dimisión inmediata que le habían dirigido, con un acto que se presentaba como un seguro paseo del secretario general.
Martelli, que recientemente logró aglutinar a más de la mitad de los diputados del PSI en torno al proyecto de reformar la ley electoral italiana en un sentido mayoritario, celebró anoche el resultado de la asamblea como un triunfo.
Durante la jornada de ayer, Martelli no insistió en pedir la dimisión de Craxi, aunque señaló que la alternativa del PSI es "renovarse o morir" y que el secretario debía convocar. inmediatamente un congreso. "Si se quiere, podría celebrarse antes de tres meses", señaló Martelli.
Craxi, que acogió el final de este discurso con un gesto de cuernos invertidos, orientado a desdramatizar la situación y a alejar cualquier' agüero sombrío que pudiera deducirse de las palabras de Martelli, había anunciado la víspera que el congreso "podría celebrarse en abril" y había defendido sin concesiones su política de alianza con la Democracia Cristiana y de mantenimiento del sistema electoral proporcional vigente.
Martelli calificó a bote pronto ese discurso de "desastre" y Craxi le devolvió ayer el cumplido rechazando el suyo como "completamente equivocado". Otras intervenciones destacadas en la jornada fueron las del presidente del Gobierno, Giuliano Amato, que clamó por la unidad, sin despejar la incertidumbre sobre si. está dispuesto a coger el relevo en la secretaría del partido, como ha sugerido Craxi.
En apoyo del secretario intervinieron, entre otros oradores, su hombre de confianza actual, el ex ministro de Exteriores, Gianni de Michelis, y su fiel de siempre Ugo Intini.
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