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Aida Álvarez pago mas de siete millones de su bolsillo por el alquiler de la sede electoral del PSOE

La ex responsable de finanzas del PSOE, Aida Álvarez, pagó en 1989 de su patrimonio personal dos meses de alquiler de la sede electoral del PSOE en Madrid, según consta en la diligencia de entrada y registro en su despacho profesional incluida en el sumario del caso Filesa. Cada uno de esos recibos asciende a 3.854.549 pesetas. Aida Álvarez, relacionada en distintos sumarios sobre supuestos casos de corrupción, como el del caso Ollero, justificó ese pago por la devolución de recibos del banco Credit Lyonnais. En el registro de su despacho se incautaron hasta 17 libros de contabilidad.

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Las empresas Distribuidora Express 2.020, Servicios Inmobiliarios 1.001 y Tecnología Informática 2.020 tienen sus sedes sociales en los despachos profesionales de Aida y María Ángeles Álvarez, que fueron registrados por la comisión judicial enviada por el magistrado del Tribunal Supremo Marino Barbero el pasado 24 de septiembre.

Al requerimiento judicial se presentó Aida Álvarez como consejera delegada de esas firmas. Requerida sobre la relación comercial de Tecnología Informática 2.020 con la empresa alemana Siemens, manifestó: "Tenía que venderles equipos informáticos, facturando trimestralmente un mi llón y medio de pesetas más IVA. En un momento dado, se rescindió el contrato por Siemens". Aida rompió el contrato, quedándose únicamente las facturas, según manifestó a la comisión judicial.

Aida Alvarez fue pregunta da también por los motivos por los que en la contabilidad de la empresa no figuraban los pagos de alquileres de septiembre y octubre de 1989 por los locales situados en la calle Gobelas, 33, de Madrid, donde se halla la sede electoral del PSOE.

"Un adelantó"

La ex coordinadora de finanzas socialista dijo a la comisión judicial que los recibos fueron pagados a través de la cuenta corriente que Distribución Ex press tenía en el Banco Credit Lyonnais, pero el banco devolvió el primer recibo y no pagó el segundo. Por ello Aida Álvarez asegura que pagó en efectivo y de su propio patrimonio ambos recibos, entendiendo esa operación como "un adelanto". Dichos pagos se realizaron en octubre.

En los folios 1692 a 1695 del sumario de la causa, donde figura el acta de registro, Aida Álvarez asegura que entre marzo y octubre de 1989, los locales de Gobelas fueron ocupados de forma conjunta por su empresa Distribuidora Express 2.020 y por el PSOE. Requerida para que presentase los contratos de las relaciones entre Distribuido ra Express, Tecnología Informática y Filesa, manifestó que no había contratos escritos.

El pasado octubre, la comisión judicial enviada por el juez Barbero registró los despachos de la sede social dé Filesa, Malesa y Time Export, en Barcelona. Entre los más de 700 documentos intervenidos allí a Luis Oliveró, administrador único de las tres firmas, figuran cinco facturas remitidas por Tecnología Informática 2.020, una de las empresas de Aida Álvarez, a Filesa entre julio y octubre de 1989, sin que se detalle su contenido.

El sumario es también una sucesión de negaciones. Por ejemplo, el Banco Central Hispano indica que "no aparece entre los antecedentes de los servicios consultados" el informe sobre el sistema financiero español ante la integración en la CE por el que pagó a Time Export 120.960.000 pesetas en mayo de 1989.

La empresa Asfaltos y Construcciones Elsan tampoco localiza ninguno de los estudios o documentos a los que hacen referencia las cuatro facturas que les gira Filesa, y que fueron abonadas por esta firma constructora. Las facturas suman 86.240.000 pesetas.

Fomento de Obras y Construcciones (Focsa, actualmente integrada en Fomento de Construcciones y Contratas), responde que "es de suponer" que han sido destruidos, pues no se encuentran en sus archivos, el estudio sobre Asesoramiento relativo al establecimiento de una empresa constructora en Gran Bretaña, por el que pagó a Filesa en noviembre de 1989 29.120.000 pesetas, o el Estudio de mercado sobre nuevas tecnologías aplicadas al saneamiento urbano en la CEE que, con su complemento y segunda fase, le supusieron un gasto total superior a los 38 millones de pesetas entre julio de 1988 y diciembre de 1989. Tal cifra fue a parar a las arcas de Time Export.

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