Chico Lionel, al piano

El escritor Juan Marsé fue ayer uno de los ponentes más breves en el homenaje a Juan García Horteleno. Sólo relató una anécdota de cine, después de disculparse diciendo que le gustaría tener la gracia verbal que tenía él para contar cualquier cosa. De los recuerdos del paso de García Hortelano por Barcelona, Marsé contó la historia de Lionel al piano. Los dos trabajaban entonces en un cometido con tintes surrealistas, "escribiendo diálogos para un tipo de películas que hacía Germán Lorente", quien les vigilaba el trabajo y el argumento y les pagaba cada sábado si habían cumplido.El argumento de estos guiones de encargo era la historia de un intelectual en crisis, en la Costa del Sol, que conocía a la hija de un millonario. Este intelectual iba acompañado de un negro, trasunto del pianista Sam de Casablanca. El negro aparecía, en la parte descriptiva del guión, presentado con una frase: "Chico Lionel al piano hacía más nostálgica la presencia de Scott Fitzgerald". La frase entusiasmó tanto a Germán Lorente que siempre la utilizaba antes de que Lionel interviniese en algún diálogo. Y García Hortelano le dijo un día a Marsé: "Qué pena que la mejor frase ningún actor la vaya a pronunciar nunca".