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La pena capital como medicina

Juan Arias

Hay unas líneas en el nuevo texto, referidas al quinto mandamiento: "No matarás", que podrán crear escándalo y perplejidad en no pocos católicos, al admitir la pena de muerte con estas palabras: "La enseñanza tradicional de la Iglesia ha reconocido con fundamento el deber y el derecho de la autoridad pública legítima de infligir penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir en casos de extrema gravedad la pena de muerte". Y añade que la "pena" sirve para "compensar el desorden' creado por la falta", y tambien como un "valor medicinal".Otro tema conflictivo, es la legitimimación de la "guerra justa" para rechazar una agresión externa. Pero se condena la "acumulación de armas" y se pide a los poderes públicos "su reglamentación" en la producción y comercio.

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El catecismo condena la práctica de la "tortura", sin olvidar que la propia Iglesia la ha ejercido en el pasado. Sin embargo, la condena es mucho más floja que la del divorcio, el aborto o el uso de la sexualidad fuera del matrimonio. Se le dedican sólo 15 líneas junto con el secuestro de persona y el terrorismo. Dice que mientras en el pasado la tortura fue usada por los Gobiernos legítimos "para mantener el orden", hoy "debe ser abolida", y que "hay que rezar por las víctimas y sus verdugos".

Mucho más permisivo aparece el catecismo en dos aspectos relacionados con la muerte: el suicidio y la eutanasia. Aunque condena ambas prácticas como pecado, admite que la responsabilidad del suicidio puede disminuir frente "a la angustia, el miedo grave de una prueba, de un sufrimiento, o de la tortura". Afirma que los suicidas "pueden salvarse" y que la Iglesia "reza por ellos". En cuanto a la eutanasia, el catecismo admite lo que se llama "quitar la espina" cuando no existan esperanzas de vida con el consentimiento del paciente o de quien tenga su responsabilidad. Como también admite el uso de analgésicos que alivien los sufrimientos del enfermo terminal.

Se condena, sin embargo, el uso y la venta de drogas, y los "abusos" de "alcohol, tabaco y medicinas". Los trasplantes están permitidos, previo consentimiento del donador.

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