El ACNUR y las tropas españolas. discrepan sobre la mejor forma de proteger los convoyes humanitarios

ENVIADO ESPECIALEl jefe de las tropas españolas enviadas a Bosnia-Herzegovina, coronel Francisco Javier Zorzo, y el responsable del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en dicha república, Fabrizio Hochschild, se reunieron ayer para intentar limar las discrepancias surgidas en tomo a la protección militar de los convoyes de ayuda humanitaria por parte de la Legión.

Hochschild pidió a las fuerzas españolas que, más que escoltar a los camiones, establezcan patrullas casi permanentes por la ruta de Mostar, con el fin de disuadir a las partes enfrentadas de obstaculizar el paso de los convoyes, lo que rechazó Zorzo, quien considera que esta misión "se sale del mandato del Consejo de Seguridad de la ONU". Tras entrevistarse ayer con el responsable de ACNUR, el coronel afirmó que "lo que sugerimos ya lo estamos haciendo, pues cada día pasan vehículos nuestros por esa carretera".

Hoy está previsto que por primera vez la Legión escolte dos convoyes de ayuda humanitaria desde Metkovik, en la frontera de Croacia con Bosnia, hasta Prozor, el primero de ellos, y hasta Kiseljak, a 30 kilómetrosde Sarajevo, el segundo. El de Prozor estará compuesto por entre ocho y 10 camiones, seis de ellos con remolque, que transportarán más de 130 toneladas de patatas y harina. Los vehículos serán escoltados después por las tropas británicas desplegadas en Vitez. El de Kiseljak, que será conducido por chóferes daneses, es de características similares.

Los convoyes de ACNUR llevan seis semanas utilizando el corredor del Neretva sin protecc ión militar, en medio de fre,cuentes incidentes.

"Durante los últimos días la carretera de Mostar ha estado más tranquila, pero la semana pasada hubo más actividad militar que nunca", afirma Hochschild. "La situación es muy frágil y puede empeorar en cualquier momento. La presencia de las tropas españolas allí tiene que ayudar a asegurarla", dice enseñando la bandera de las Naciones Unidas.

"Hernos tenido dos tipos de problemas: la caída de morteros junto a los camiones y las retenciones en los controles", explica. "Para nosotros, es importante, que no nos paren en los controles, porque si hay morteros es mucho menos peligroso cuando uno está moviéndose que cuando está parado. En dos ocasiones hemos tenido que suspender totalmente los envíos por la intensificación de los combates".

El ACNUR tiene actualmente dos convoyes -unos 20 camiones en total- transitando por Mostar, y proyecta contar a corto plazo con cinco más a lo largo de esa ruta. Los tres convoyes que ahora circulan por pistas de montaña bajarán a la carretera cuando la nieve les impida transitar por las cimas. Además, se están buscando camiones para organizar otras dos caravanas.

Entre los conductores de los camiones también han surgido récelos. "Algunos chóferes dicen: 'Bueno, tenemos escolta, pero va en blindados y nosotros en vehículos normales. Si atacan, la escolta está bien protegida, pero ¿qué pasa conmigo?'.Si quieren atacan, lo harán contra el punto más frágil". De cualquier forma, según Hochschild, "nadie discute que la protección, militar es necesaria para salvar los 30 kilómetros de la travesía. de Mostar".

Por otra parte, un vehículo blindado de zapadores españoles; colisionó ayer accidentalmente con un camión en Metkovik. Dos vecinos de la localidad sufrieron heridas leves como consecuencia del accidente.