La policía descarta a ETA y cree que el atentado contra Juan Goyeneche tiene motivaciones personales

La policía sospecha que el paquete bomba que el pasado lunes causó graves heridas a Juan Goyeneche, de 52 años, hermano del vicepresidente del Comité Olímpico Español, obedece a cuestiones personales y no a motivaciones de tipo terrorista. Las investigaciones realizadas hasta ahora descartan, en principio, a ETA. Sin embargo, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, declaró: "Me sorprendería que fueran otros distintos a los que habitualmente lo hacen, y esto es ETA".Juan Goyeneche, conde Ruiz de Castilla, sigue hospitalizado en La Paz en estado "muy grave". Según el parte médico, sufre "amputación traumática de la mano derecha a nivel del tercio distal del antebrazo" y "mano izquierda catastrófica con múltiples fracturas abiertas y amputaciones distales de los dedos". Además, la víctima sufre pérdida de masa muscular del muslo izquierdo y herida contusa en el muslo derecho. Puede perder la vista, sobre todo en el ojo izquierdo. Goyeneche resultó herido cuando a las ocho y media de la tarde del pasado lunes abrió un pequeño paquete que simulaba ser un libro, llegado por correo a su domicilio de la calle del Marqués de Cubas, en Madrid. El laboratorio de los artificieros de la policía no había determinado aún ayer la composición de la bomba, "pero parece que no se trata del explosivo habitualmente utilizado por ETA", según fuentes próximas a la investigación.

La Brigada de Información de Madrid ha comprobado que el aristócrata no estaba amenazado por ETA ni había recibido cartas exigiéndosele el denominado impuesto revolucionario. La policía, que ha enviado al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón las diligencias tramitadas hasta ahora, está investigando el entorno personal y familiar del conde, al tener sospechas de que ahí pueda estar la clave para resolver el asunto, en el que podría haber un transfondo de venganza personal o un intento de asesinato por encargo.

Juan Goyeneche está casado con Cristina Ordovás, hija del general que en 1970 presidió el consejo de guerra de Burgos, donde fueron condenados a muerte seis etarras. La familia recibió después amenazas, pero éstas cesaron hace tiempo.