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200.000 izquierdistas se manifiestan en Bonn contra los intentos de Kohl de cambiar el derecho de asilo

Más de 200.000 personas -100.000 según la policía- se manifestaron ayer en Bonn contra los intentos del Gobierno alemán de cambiar el derecho de asilo. Frente a la manifestación contra el racismo del pasado domingo en Berlín, organizada por los grandes partidos, la de ayer fue convocada por grupos ecologistas, defensores de los derechos humanos y de izquierdas, más allá de la socialdemocracia. Pese a los temores sobre la supuesta violencia de los grupos radicales de izquierdas, el ambiente en el Hofgarten, en el centro de la ciudad, era de tranquilidad absoluta.

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La manifestación de ayer se produce en un momento clave en el debate sobre el derecho de asilo. Mañana comienza en Bonn el Congreso del Partido Socialdemócrata (SPD), que deberá discutir su apoyo a los deseos del Gobierno del canciller Helmut Kohl de cambiar el artículo 16 de la Ley Fundamental, que regula el generoso derecho de asilo. Los conservadores le atribuyen la culpa del flujo de refugiados, que este año se acerca al medio millón de personas, cuya presencia en el país, aseguran, ha provocado la ola de violencia neonazi contra extranjeros.Para poder realizar este cambio constitucional sor¡ necesarios los dos tercios del Parlamento, por lo que es imprescindible el voto a favor del SPD. Su líder, Björn Engholin, y la cúpula del partido parecen dispuestos a ceder, pero las bases son cada vez más reacias. Ayer, pese a no formar parte de los convocantes, era evidente la presencia en la manifestación de numerosos militantes socialdemócratas.

Los manifestantes, muchos de los cuales habían llegado en trenes y autobuses de todas partes del país, confluyeron en el Hofgarten, un amplio parque frente a la Universidad, en el centro de Bonn. Una enorme tribuna acogía intermitentemente la actuación de grupos musicales y los discursos de numerosos oradores, entre los que se encontraban representantes de Amnistía Internacional o activistas antinazis como Beate Klarsfeld, que fue detenida hace unas semanas en la ciudad de Rostock tras un enfrentamiento con la policía.

Klarsfeld atacó al Gobierno del canciller Kohl por animar a los grupos neonazis con su petición de modificar el derecho de asilo y tuvo palabras muy duras contra la expulsión de los ciudadanos rumanos que acaba de comenzar gracias a un acuerdo entre Bonn y Bucarest.

"Resistiremos el desmantelamiento de los derechos democráticos para los refugiados, para los extranjeros y para nosotros mismos", dijo la diputada Ingrid Koeppe, representante de Alianza 90, el partido heredero de los grupos que llevaron a cabo la revolución pacífica que acabó con el régimen neoestalinista de la antigua Alemania Oriental. "Los alemanes no derribamos el muro de Berlín para levantar ahora nuevas murallas contra los extranjeros", añadió.

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A última hora de la tarde no se había producido ningún incidente violento, aunque los grupos radicales de izquierda, similares a los que provocaron los incidentes del domingo pasado en Berlín, habían hecho acto de presencia, pero eran poco numerosos. La mayoría de los asistentes eran familias jóvenes con niños.

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