Un "hueco" para el presidente del Gobierno

Colaboradores de Felipe González recalcaron ayer que varios elementos movieron al presidente del Gobierno a desplazarse a Magaz de Pisuerga. Por un lado, el deseo de reiterar el mensaje, de carácter preelectoral, de que el PSOE "debe ganar las próximas elecciones para que este país afronte con garantías del éxito el reto europeo de 199T', según los colaboradores de González.La súbita decisión del presidente del Gobierno de participar en estas jornadas produjo expectación, ya que se especuló con que haría unas declaraciones al hilo de los últimos conflictos que vive su formación política. Uno de ellos es la controversia del PSOE con el juez instructor del caso Filesa, Marino Barbero, en la que finalmente no entró. También se esperaba que dijera la última palabra sobre la intención o no del Gobierno de eliminar Ias trabas burocráticas" que impiden o que dificultan los despidos, lo que tampoco sucedió.

Necesidad de apoyo

Lo cierto es que los castellano-leoneses prefieren interpretar que González se acercó a su federación por la necesidad que tienen de apoyo, toda vez que en las últimas elecciones autonómicas el Partido Popular obtuvo la mayoría absoluta. El secretario general de esta federación, Jesús Quijano, envió hace dos semanas al presidente un programa de estas jornadas dedicadas a hablar de economía, protección social, iniciativas legislativas en estos 10 años y de "España en Europa".

El coordinador de las jornadas, Juan Ramón Lagunilla, secretario de organización de esta región, insistió en que no querían dar motivos para pensar que estas eran unas "jornadas renovadoras" y aseguró que se ha invitado "a todos los sectores del partido". Desde el ministro de Economía hasta el de Relaciones con las Cortes, eurodiputados y miembros de la ejecutiva.

Según fuentes de esa federación, la secretaría del presidente anunció hace sólo 48 horas a Jesús Quijano, secretario general, la posibilidad de que Felipe González acudiera a dichas jornadas, con lo que el nervisiosismo y la alegría cundió en esa organización, poco acostumbrada a la presencia del líder socialista. Horas después se confirmó que González asistiría, pero que el presidente pedía que no se modificara el orden del día y que simplemente "le hicieran un hueco".