Los Doce advierten a. Estados Unidos que sus amenazas pueden llevar a "una espiral de sanciones"

Francia se salió con la suya. El Consejo de Ministros de los Doce acordó ayer, después de una sesión mucho más larga de lo previsto, condenar de forma tajante e inequívoca las amenazas norteamericanas de sanciones comerciales contra la CE. La Comisión Europea recibió también el encargo de reanudar inmediatamente las conversaciones para evitar la guerra comercial y terminar satisfactoriamente la desgraciada Ronda Uruguay del GATT. Francia no consiguió, en cambio, que en el comunicado final constara de forma explícita la amenaza europea de sanciones de respuesta, pero consiguió una fórmula eficaz: "El Consejo advierte que esta acción gas medidas norteamericanas] sólo puede conducir a una espiral de sanciones".

Los ministros de Exteriores de la CE reiteraron ayer que no quieren una guerra comercial con Estados Unidos, justo al empezar una semana trascendental para el futuro de las negociaciones agrarias. Hoy se reúne en Ginebra el Comité de Negociación Comercial del GATT, convocado urgentemente por su director general, Arthur Dunkel, y mañana la Comisión Europea deberá decidir a quién confía la tarea de reanudar los contactos con la Administración norteamericana, tras la retirada del comisario irlandés, Ray McSharry.

Francia Había pedido un paso más por parte de la CE -que la Comisión establezca una lista de sanciones de respuesta a los aranceles de castigo norteamericanos-, pero no obtuvo el acuerdo del Consejo, aunque todo indica que los servicios de la Comisión están ya trabajando en el establecimiento de una lista de las posibles sanciones de respuesta. El centro del debate entre los ministros de Exteriores de la CE se situó ayer en el énfasis que debían poner los Doce en el doblete formado por las palabras diálogo-sanciones.

Todo el mundo quiere que se reanude el diálogo con Estados Unidos para evitar la guerra comercial y llegar a un acuerdo en la Ronda Uruguay. Todo el mundo afirma, también, que si llegan a aplicarse las sanciones norteamericanas, Europa deberá responder. Las diferencias están pues en el acento: Francia, con España, Irlanda, Grecia y Bélgica, es partidaria de exhibir el bastón. Gran Bretaña, Holanda y Alemania, de la zanahoria.

"No podemos negociar de rodillas, con una pistola americana apuntando a nuestra sien", afirmaba ayer el ministro francés de Comercio Exterior, Bruno Durieux. La delegación española mantenía una posición parecida y aseguraba que "no se puede dejar caer a Francia". El ministro de Exteriores, Javier Solana, añadía que "España es consciente de que Estados Unidos no se ha ajustado a las reglas del GATT" y subrayaba que "la nueva PAC (Política Agrícola Común) es intocable". Para la Comunidad, sería una humillación que el esfuerzo por reducir sus subvenciones agrarias fuera desautorizado y desbaratado por Estados Unidos, después de las dificultades con que se ha gestado la reforma de lo que ha significado hasta ahora más de la mitad del prespuesto comunitario.

El contenido del comunicado final refleja perfectamente el peso de Francia y de sus aliados en la actual coyuntura política. El Consejo, tras expresar "su grave preocupación por los peligros inherentes en la nueva situación", se reafirma en sus más tradicionales peticiones de un acuerdo global y equilibrado que incluya, además de la agricultura, el acceso a los mercados y los servicios. El Consejo pide a la Comisión que prosiga las conversaciones con EE UU, a la vez que constata un enorme acercamiento en las posiciones de ambas partes respecto al contencioso sobre las semillas oleaginosas.

En su punto tercero es donde los ministros adoptan el tono de mayor dureza, al expresar su "severa decepción por las amenazas norteamericanas" y advertir "que esta acción sólo puede conducir a una espiral de sanciones, que perjudicaría, a ambas partes, con un retroceso en la confianza en los negocios Y una pérdida de puestos de trabajo".El negociador, una incógnita

La Comisión deberá decidir mañana si renueva el mandato como jefe de la negociación al vicepresidente encargado del Comercio Exterior, Frans Andriessen, toda vez que el comisario de Agricultura, el irlandés Ray MeSharry, ha confirmado definitivamente su renuncia a seguir negociando en nombre de la CE por divergencias con el presidente de la Comisión, Jacques Delors.

Hay cuatro miembros de la Comisión formal y explícitamente encargados de negociar sobre el GATT con Estados Unidos. Se trata del vicepresidente Frans Andriessen, el vicepresidente Martin Bangemann, el comisario McSharry y el propio presidente Delors. Vista la situación en que se hallan tanto McSharry como Delors, cuestionado en su imparcialidad, todo indica que será Andriessen quien proseguirá los contactos.