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Dos cantautores retornan a sus orígenes

Bob Dylan y Silvio Rodríguez retoman la sencillez con discos acústicos y en solitario

La publicación simultánea de los últimos discos de Bob Dylan y Silvio Rodríguez marca una pauta en el mundo de la música popular. Dylan, a los 51 años, y Rodríguez, a los 46, retoman, sus orígenes y vuelven a grabar en solitario, en acústico y con la sencillez de sus primeros tiempos. Good as I been to you (Bueno como he sido yo para ti) y Silvio representan una toma de postura que amplía la moda de los discos unplugged (desenchufado) grabados, entre otros, por McCartney y Clapton, y apuestan por la naturalidad, lo solitario y lo tradicional.

No se han puesto de acuerdo pero han coincidido en la idea y en el tiempo. Bob Dylan (24 de mayo de 1941) y Silvio Rodríguez (29 de noviembre de 1946), norteamericano de Duluth y cubano de San Antonio de los Baños, respectivamente, publican sus últimos trabajos discográficos con una misma filosofía: retomar los orígenes, la sencillez, la ausencia de elementos supérfluos y de músicos de acompañamiento, la apuesta por el sonido acústico, la inmediatez, la proximidad... Bob Dylan y Silvio Rodríguez se han puesto a cantar en la intimidad del cuarto de estar, en el centro de una reunión de íntimos que se cuentan por millones.Hoy lunes Dylan publica Good as I been to you (Bueno como he sido yo para ti). Apenas unas horas antes, Rodríguez ha visto cómo su Silvio se distribuía por las tiendas españolas, mientras desde su casa de La Habana prepara una gira que le llevará próximamente a Santiago de Chile y a Buenos Aires. La apuesta de ambos artistas es importante y significativa, porque su musical regreso al futuro tiene algunos antecedentes.

El renacimiento de los cantautores acústicos fue avisado hace años por Tracy Chapman y Suzanne Vega, entre otros músicos, indiferentes al fracaso comercial del Nebraska de Bruce Springsteen. La moda de los discos unplugged (desenchufado) ha contribuido a que el sonido primario se acerque de nuevo a públicos mayoritarios. Primero fue Paul McCartney el que aprovechó una grabación acústica realizada por la cadena de televisión MTV para publicar su disco de nostalgias. Recientemente, Eric Clapton ha visto cómo un disco similar le devuelve a un plano de actualidad desconocido por el veterano artista británico desde, hace años. Y muy pronto Annie Lennox repetirá la experiencia. El campo estaba abonado para la aparición de Good as I been to you y de Silvio.

Aun manteniendo el mismo espíritu, los últimos trabajos de Bob Dylan y de Silvio Rodríguez presentan diferencias de fondo. Las 13 canciones que ofrece Dylan pertenecen al repertorio tradicional anglosajón, arregladas por el norteamericano. Lo de arregladas es un decir, porque Dylan ha grabado el disco de una tirada, sin repetir nada y acompañado únicamente por su guitarra y su armónica. Es el Dylan más elemental, más duro, más áspero.

Silvio Rodríguez ofrece el mismo ambiente acústico, pero sus 12 canciones son inéditas -alguna, como La guitarra del joven soldado (1987), recuperada para la ocasión- y la técnica de grabación, también en acústico, es diferente al regrabarse algunas segundas voces, duplicar y triplicar guitarras tocadas por él mismo y añadir algunos sutiles efectos de percusión. Leves variaciones formales que no alteran la unidad ideológica.

"Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo", canta Silvio Rodríguez en El necio, manteniendo firme su postura fiel al espíritu de la revolución de 1959, antes de reivindicar en unas notas a pie de canción el levantamiento del bloqueo a Cuba y la entrega incondicional del territorio cubano que Estados Unidos usa como base naval en Guantánamo.

La implicación del cubano con la dificil actualidad de su país contrasta con la mirada del norteamericano a sus orígenes, recordando aquel Another side of Bob Dylan, disco de 1964 que significó su despedida como cantautor acústico en la línea de Woody Guthrie. La ideología de Dylan viene marcada por su manera radical de retomar los orígenes del country-blues en un momento de crisis creativa que busca nuevos ídolos como Billy Ray Cyrus o Garth Brooks, defensores de los valores más tradicionales de la música norteamericana.

Para dar sentido a esta tradición, Bob Dylan y Silvio Rodríguez atacan desde el lado opuesto a los planteamientos comerciales al uso en la música popular. Su iniciativa incluso puede ayudar a recuperar artistas que jamás se han movido, y no precisamente por inmovilistas, y que permanecen escondidos a la espera de tiempos mejores. Algunos están muy cerca; casi al alcance de la mano.

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