Los mercados de valores sopesan el cambio
Wall Street demostró ayer que una cosa son los pronósticos, aunque se crean descontados, y otra la realidad. El triunfo del candidato demócrata en las elecciones presidenciales va a suponer, en principio, un cambio en las directrices económicas que ni siquiera el corto plazo se atrevía a adelantar. La Bolsa norteamericana optó por el lugar común de los dientes de sierra en sus primeros tanteos, aunque ya bien entrada la sesión mantuvo una constante tendencia a la baja hasta cerrar con unas pérdidas de 29,44 puntos y quedar, en el nivel de los 3.223,04. El mayor contenido social de la política económica del partido demócrata puede acarrear, según los analistas, un incremento inmediato de la inflación y de los tipos de interés, lo cual pone a la Bolsa en el dilema de decidir qué es mejor, si crecer económicamente o disfrutar de las ventajas de unos tipos de interés incompetentes. Tokio optó por unir su evolución a los mercados de futuros, es decir, que eligió una solución técnica ante lo que parece ser un callejón sin salida. El Nikkei ganó al cierre un 1,5% a pesar de que no se espera nada bueno de los resultados empresariales a publicar en estos días.Los mercados europeos apenas dejaron sentir el impacto de las elecciones norteamericanas, ya que los problemas internos parecen ser más prioritarios. Londres continúa sopesando los pros y los contras del debate sobre Europa y sus consecuencias. El índice FT 100 cedía al cierre un 0,51 %. Francfort continúa bajo la influencia de una economía que empieza a entrar en recesión y cede un 0,83%. La Bolsa de París vive del agravio comparativo y gana un 0,96% animada por la última y única bajada de tipos que se ha producido en Europa.
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