José Antonio Ruiz abandona la dirección del Ballet Nacional

José Antonio Ruiz (Madrid, 1951), director artístico del Ballet Nacional de España desde 1987, no seguirá al frente de la agrupación titular española. Su decisión será efectiva cuando expire su contrato el 31 de diciembre de este año, y abre un período de interrogantes. La divulgación de la noticia levantó serias especulaciones dentro del conjunto y en toda la profesión: nadie ve clara la sustitución. La compañía se presenta desde ayer y, hasta el 22 de este mes en el Teatro de La Zarzuela después de dos años de ausencia de los escenarios madrileños y con tres programas diferentes:José Antonio Ruiz reconoce la dificultad que le supone dejar la dirección del Ballet Nacional después de seis años. "En un sentido sí es difícil. Seis años de trabajo en común y convivencia con gente que conoces desde sus inicios profesionales no se obvian de un plumazo, pero es saludable para un artista saber hasta dónde puede llegar y cuándo tiene que cortar", señala. "Aquí no estamos acostumbrados a que alguien decida irse de un puesto así".

El bailarín no quiere concretar sus proyectos a corto plazo. "No puedo decir cuáles", dice, "porque no quiero gafarlos, ni presumir. En estos años he priorizado la actividad del Ballet Nacional por encima de cualquier interés personal. A partir del 1 de enero podré hacerme un calendario propio. Tengo ofertas de varios teatros y estaré fuera de España algún tiempo, pero siempre trabajando duro.

En relación de si pueden haber influido en la toma de decisión los recortes de presupuesto anunciados en el ministerio de Cultura para el próximo ejercicio, es claro: "Pues sí, también tienen una gran influencia. Me parece tremendo que siempre que haya que recortar presupuestos de cultura, por las causas que sean, sea la danza la primera perjudicada. Así las cosas, no se podrá producir nada nuevo en absoluto, y será muy difícil moverla en giras. La compañía tiene peticiones para llenar tres años, pero ya este hemos tenido que cancelar actuaciones importantes, y eso es perjudicial para su prestigio y su moral.