Nueve ministras europeas piden una cuota mínima del 40% para las mujeres en partidos y sindicatos

Nueve ministras europeas, entre ellas la española Matilde Fernández; ex ministras, como la griega Melina Mercuri; la ex primera ministra francesa, Edith Cresson, y la ex presidenta del Parlamento Europeo, Simone Ved, suscribieron ayer en Atenas una declaración que reivindica la igualdad de sexos en la toma de decisiones públicas y políticas. Un objetivo es conseguir que, en partidos y sindicatos, ningún sexo tenga mayor representación del 60% ni menor del 40%.

"Proclamamos la necesidad de llegar a un reparto equilibrado de los poderes públicos y políticos entre mujeres y hombres", dice la declaración de Atenas. "La democracia impone la paridad en la representación y la administración de las naciones", recoge en otro de sus párrafos. Este documento fue firmado ayer en Atenas, al término de la I Cumbre Europea Mujeres en el Poder, por la comisaria europea Vasso Papandreu y por ministras de Bélgica, Suecia y Finlandia. Se adhirieron a él mediante un comunicado ministras de Holanda, Irlanda, Reino Unido, Italia, Polonia y la titular española de Asuntos Sociales, Matilde Fernández. También se sumaron al comunicado la presidenta de Islandia y la presidenta del Parlamento alemán.Una aspiración general de las mujeres reunidas en Atenas es acceder al poder para redefinirlo. "Un poder más humano será un poder que acepte la dimensión triple de la vida de cada uno de nosotros, mujeres y hombres: la dimensión cívica, la dimensión profesional y la dimensión privada", dijo la portuguesa Helena Roseta, de la red de expertas europeas para políticas de igualdad.

El reconocimiento de las grandes diferencias de enfoques políticos y sociales entre hombres y mujeres ha sido una constante en estas jornadas, hasta el punto de llegar a considerar que la estructura actual de los partidos políticos -"jerárquica", para unas, "militar", para Helena Roseta- no sirve ni a las mujeres ni a la sociedad actual.

Aun así, el objetivo a medio plazo de todos los grupos de mujeres europeas es conseguir lo que ya se conoce como democracia paritaria. Un umbral de igualdad en partidos políticos de modo que ningún sexo tenga mayor representación del 60% ni menor del 40%. Actualmente la participación femenina en las instituciones de la CE es del 11%.

El problema es cómo conseguirlo. Un grupo de parlamentarias catalanas, encabezadas por la senadora de Convergència Democrática Joaquima Alemany, están dispuestas a hacer campañas para que ninguna mujer vote a partidos donde no estén representadas en porcentajes suficientes.

En este sentido, la profesora italiana Annita Garibaldi, vicepresidenta del lobby de Mujeres Europeas, dijo que, una vez conseguidas las leyes que protegen formalmente la igualdad, "el aspecto más vivo de la lucha de las mujeres es la modificación de la cultura: desde la producción literaria y artística a la moda, las condiciones de vida en familia, en pareja y en las relaciones entre padres e hijos".

El único hombre entre las 500 mujeres de la reunión de Atenas fue el sueco Lars Jalmert, profesor de la Universidad de Estocolmo, miembro de un grupo creado por el Gobierno sueco en 1983 para trabajar sobre el Papel del hombre en las políticas de igualdad. Jalmert decepcionó al término de su intervención cuando contó que el nuevo Gobierno sueco ha disuelto este grupo de hombres hace escasamente dos meses.