Bosnia-Herzegovina se muere
20.000 musulmanes huyen de Jajce mientras Sarajevo tiembla bajo los bombardeos
Cerca de 20.000 musulmanes hambrientos continuaban llegando a Travnik ayer tras una travesía de 30 kilómetros a pie desde la ciudad de Jajce, capturada hace tres días en el más reciente zarpazo serbio en Bosnia-Herzegovina.Mientras políticos croatas y musulmanes intercambiaban acusaciones por la caída de Jajce y la ONU trataba de afrontar la nueva emergencia, Sarajevo temblaba bajo el más intenso bombardeo en varias semanas. Bosnia-Herzegovina se muere.
Llegaron hasta Travnik con cuatro cosas embutidas en maletines de mano. Exhaustos y asustados. Los nuevos refugiados de la antigua Yugoslavia seguían llegando hasta Travnik asombrados de estar con vida. Ayer todavía no se sabía cuantos civiles perecieron durante la larga marcha desde Jajce por valles, desfiladeros y montañas con bombas serbias estallándoles en los talones. Funcionarios de la ONU afirmaron que la columna de aterrorizados civiles supera los 10 kilómetros.El drama de la antigua Yugoslavia empeora con las horas y los gritos de socorro se hacen cada vez más desesperados. La llegada de los nuevos refugiados dió la razón a los más pesimistas. Incluso con la aviación paralizada, la agresión serbia prosigue inexorablemente. Después de Jajce vendrán Gradacac y quizás Tuzla.
Lo más urgente era ayer enviar comida a los aproximadamente 20.000 refugiados de Jajce. Semejante flujo de civiles hambrientos no estaba previsto. Tampoco lo estaba la lluvia que empeoró el estado de los caminos para los vehículos de ayuda humanitaria que partían desde el puerto croata de Split. "Los que se han salvado de las bombas corren el riesgo de morir de fatiga, hambre y frío", señaló un alto funcionari de la ONU. "La dimensión de esta tragedia ya es inconmensurable", añadió.
Fuerzas serbias tomaron Jajce el jueves y su avance causó un éxodo despavorido de musulmanes bosnios. Apoyados por tanques y artillería de campo, los serbios marcharon sobre la ciudad combatiendo casa por casa. Su superioridad militar les permitió imponerse en pocas horas, aunque ayer todavía existían algunas bolsas de resistencia musulmana que les impedían asumir el total control de la ciudad.
Los escuetos informes que provenían de la ciudad de Jajce daban cuenta de intensos combates callejeros, pero nadie sabe con exactitud el coste humano de las víctimas de la batalla.
Los primeros informes sobre la situación en Jajce produjeron agrias acusaciones entre los antaño aliados croatas y musulmanes. Los primeros dijeron que Jajce cayó porque los musulmanes rehusaron adoptar una defensa coordinada. Los segundos acusaron a los croatas de sabotear todo intento por defender las primeras líneas.
Cerca de Prozor, donde croatas y musulmanes libraron intensas batallas la semana pasada, era evidente que la movilización militar para defender Jajce comenzó tarde.
250 bombas como ración diaria
Los detalles sobre el Intenso bombardeo serbio que se abatió sobre Sarajevo eran ayer más precisos que los datos sobre la dramática huida de Jajce. En la capital bosnia, la tregua extraoficial que dió respiro a sus 380.000 asediados habitantes quedó hecha trizas durante las horas de la mañana. Centenares de morteros se estrellaron contra las calles del centro matando a 14 personas. Según informes procedentes de Sarajevo, el número de heridos ascendió anoche a más de un centenar.El bombardeo serbio de Sarajevo pareció confirmar la teoría de que después de Jajce, lo más importante para Serbia es mantener una fuerte presión militar sobre la capital bosnia, Gradacac y Tuzla, donde en los últimos días cae un promedio de 250 bombas, según informes de expertos militares con base en Croacia. "Cada día habrá más Sarajevos", dijo uno de ellos. "Es inevitable", agregó.
Por otra parte, el líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, ha propuesto la división de la república en cinco cantones. Se trataría de un cantón serbio, otro croata y tres musulmanes, según informó la agencia serbia de Bosnia. Entretanto, las citadas fuerzas serbias en Bosnia han rechazado las acusaciones de haber atacado a los civiles que huían de Jajce y han respondido de este modo al Consejo de Seguridad de la ONU, que exigió el viernes el cese inmediato de los ataques contra los refugiados que abandonaban la ciudad.
El presidente de Albania, Salí Berisha, advirtió ayer del peligro de la extensión de la guerra a la provincia de Kosovo, bajo dominio serbio pero con mayoría de población albanesa. Berisha, que ayer recibió en Tirana al presidente de Bosnia, Alija Izetbegovic, añadió que la extensión del conflicto bélico a Kosovo, amenazaría no sólo el área de los Balcanes, sino Europa entera.
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