Severa advertencia de Washington contra la tentación involucionista en El Salvador
Estados Unidos lanzó ayer una severa advertencia ante cualquier intento de involución en El Salvador al anunciar, a través de Bernard Aronson, responsable del Departamento de Estado para América Latina, que la comunidad internacional vigila el proceso de pacificación del país. Aronson señaló que, de haber un mínimo intento de los escuadrones de la muerte de manchar este proceso, "nadie va a escapar de la justicia internacional".
Por otra parte, unas 50.000 personas se manifestaron ayer en San Salvador, convocadas por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) para exigir al Gobierno el cumplimiento de los acuerdos de paz.Estados Unidos ha sido el primer país que se ha tomado en serio el ambiente pregolpista que en los últimos días se vive en El Salvador, con una extrema derecha envalentonada después de que el presidente, Alfredo Cristiani, decidiera el miércoles suspender la depuración militar que exigen los acuerdos de paz.
Las declaraciones de Aronson, realizadas en Washington, pretendían también calmar a los funcionarios de las Naciones Unidas que integran la misión de paz de El Salvador (Onusal), entre los que figuran 250 españoles, ya que la extrema derecha ha dirigido amenazas contra esta institución en los últimos días.
Sectores de la extrema derecha salvadoreña vinculados a algunos miembros del Gobierno, como es el caso del vicepresidente Francisco Merino, culpan a Onusal de facilitar al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) un protagonismo exclusivo y dominante en el proceso de paz. También se reprocha a los funcionarios de las Naciones Unidas entrometerse en aspectos nacionales que, a juicio de los acusadores, violan la soberanía del país.
Fuentes de las Naciones Unidas han reconocido a este periódico la existencia de cierta inquietud por el enrarecido ambiente en que se desenvuelve su trabajo, con anuncios remitidos a los periódicos y suscritos por organizaciones fantasma en los que se cuestionan los avances logrados por la paz y se incita veladamente al Ejército a la rebelión. Desde los medios afectados se ha pedido al Gobierno vigilancia ante estas amenazas, así como la adopción de medidas preventivas para evitar que las palabras degeneren en acciones violentas.
Cristiani abandonó el país el viernes para celebrar con sus homólogos de Honduras y de Guatemala un reunión trilateral en Guatemala.
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