España no hará nada para contrarrestar el endurecimiento del embargo a Cuba
El presidente del Gobierno, Felipe González, criticó ayer el reforzamiento del embargo contra Cuba decretado por el presidente norteamericano, George Bush, pero se pronunció en contra de la adopción de represalias contra Estados Unidos por parte de la CE, durante una conferencia de prensa con el presidente colombiano, César Gaviria, que hoy concluye su visita oficial a España.
Gaviria recordó que su país, junto con Venezuela y México, ha desarrollado un "diálogo con Castro durante un par de años, buscando en esa isla los cambios hacia una economía de mercado y una mayor democracia. No podemos decir que los resultados sean muy estimulantes", agregó. Aun así, en materia comercial, "Colombia no ha pensado cambiar su política tras la aprobación de la ley por el Congreso de EE UU", concluyó. La ley Torricelli amplía y endurece el embargo comercial contra Cuba.La Comisión Europea ha lamentado la nueva ley y sus juristas examinan si infringe las reglas del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y de la OCDE. Si así es, la CE estudiará posibles represalias contra EE UU.
"A mí me parece que no se puede seguir incurriendo en ese problema de una cierta extraterritorialidad en las decisiones de algunos países", afirmó González, "pero concluir de esto que doy una opinión favorable sobre represalias comerciales contra EE UU seria exagerado". "Nadie está pensando en algo que nos lleve a una guerra comercial con EE UU", agregó. Gaviria y González resaltaron las buenas relaciones con la Administración de Bush. El momento actual es "el mejor de la colaboración española con EE UU", dijo González.
Gaviria firmó con su anfitrión un tratado de cooperación y amistad que prevé la concesión a Colombia, de aquí a 1996, de 60.000 millones de pesetas en créditos españoles. El tratado también intenta atraer a Colombia inversiones españolas por valor de 90.000 millones, un objetivo difícil mientras subsista la guerrilla.
La delegación colombiana no suscribió, en cambio, un acuerdo que hubiese permitido a los más de 1.300 presos colombianos en España -la mayor población penitenciaria extranjera tras la marroquí cumplir en su país de origen parte de su condena.-
Gaviria, que reclama compensaciones económicas por la repatriación, se atribuyó la culpa de que no se firmase el acuerdo porque sus colaboradores sometieron un borrado a los españoles "hace muy pocos días". El presidente colombiano advirtió: "Hay determinados delincuentes que no estamos en condiciones de albergar", en relación a algunos narcos con apoyos que podrían fugarse como Pablo Escobar.
El contencioso del platano entre Latinoamérica y la CE, donde España defiende la cuota de mercado de Canarias, fue la principal discrepancia entre González y su huésped. Gaviria declaró con franqueza: "No puedo decir que he encontrado flexibilidad en el presidente español"
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