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España debe 6.000 millones al mayor organismo europeo de investigación

España está dejando de cumplir sus compromisos internacionales por motivos presupuestarios. En este momento, el Gobierno debe a al mayor organismo europeo de investigación, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), uno de cuyos científicos obtuvo la semana pasada el premio Nobel de Física, más de 6.000 millones de pesetas. Los recortes prespuestarios del ministerio de Industria y Energía, departamento que canaliza las relaciones con el CERN, se han cebado en esta partida.

España es el único país de los 19 miembros de este organismo internacional que no ha pagado su cuota, lo que se hace normalmente al principio de cada año.Los más de 6.000 millones de pesetas, que cuando se consulta al CERN se transforman en casi 8.000 millones, corresponden a la cuota de este año y parte de la del año 1991.

Estoy muy preocupado por los retrasos en el pago de la cuota española en el CERN, por la repercusión que tiene en dos vertientes", declaró ayer a este periódico Cayetano López, delegado de España en el Consejo del CERN. "Desde el punto de vista económico el retraso significa que hay que pagar intereses y más aún, como hay que pagar en francos suizos, las devaluaciones y avatares económicos están afectando negativamente a la peseta. Si hubiéramos ingresado nuestra cuota a principios de 1992, habríamos pagado mucho menos que lo que debemos ahora. Por otro lado, me preocupa mucho también la credibilidad de España como país miembro del CERN".

Silencio

En el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), organismo autónomo que representa a España en el CERN, el silencio sobre este tema es la norma. Un portavoz, tras mucho insistir, reconoce la deuda y cree que se pagará, "porque los compromisos internacionales son para cumplirlos". Serafín de la Concha, representante de España en el comité de finanzas del CERN, eludió ayer dar datos a este periódico sobre la situación de nuestro país en el organismo. Unas declaraciones suyas publicadas el pasado jueves en el diario de Ginebra Le Nouveau Quotidien sobre el descontento español con los retornos industriales conseguidos y ante la postura de Alemania, Francia y Suiza fueron parcialmente desmentidas ayer. "Es verdad que España piensa que debe obtener más retornos de su aportación al organismo, pero no que esté descontenta con otros países", señaló el portavoz.De 1987 a 1991 España contribuyó con un 8% al presupuesto total del CERN y sólo obtuvo un 0,9% de rentabilidad en forma de contratos para la industria española. Esta escasa participación se atribuye en parte a la poca cualificación de la industria española en tecnologías difíciles y en parte a que se han reducido las inversiones tras la inauguración en 1989 del LEP, el mayor acelerador de partículas del mundo.

Otro aspecto es la rentabilidad científica, importante en un organismo como el CERN dedicado exclusivamente a la investigación. En medios científicos la participación española se considera satisfactoria, aunque el fuerte crecimiento de los físicos de altas energías se ha estabilizado en los últimos dos años.

La informalidad española con el CERN contrasta con el interés mostrado por el Gobierno en que se construya en España un acelerador de tipo mediano, la llamada fábrica de taus, que sería la primera instalación del CERN fuera de su central, en la frontera franco-suiza.

En los presupuestos de 1992 la partida destinada al CERN se redujo a 1.900 millones cuando la cuota anual que debe pagar España es de 5.500 millones. En el proyecto de presupuesto para 1993 la partida desaparece por completo. Si un país quiere salir del CERN debe avisar con un año de antelación.

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