A 'superwoman' le duele el cuello
500.000 españolas se enfrentan a nuevas dolencias al compatibilizar casa y trabajo
"¡Ya tengo todo lo necesario para ser una frustrada!", declaró el entrañable personaje de Mafalda cuando en una ocasión le regalaron una cocinita y otros juguetes de niña. Esta infravaloración de las tareas domésticas, unida a los problemas que la mujer sufre en el mundo laboral, está creando un nuevo modelo femenino, con unas patologías muy concretas que son expresión de la inadaptación social que padece. Si a la mujer contemporánea hubiera que definirla por una dolencia, ésta sería el dolor de cuello.
La Sociedad Europea de Biosociología ha desarrollado durante ocho años un estudio que muestra que más de 500.000 españolas tienen trastornos dolorosos relacionados con desajustes emocionales y dificultades laborales. "En las consultas y en los hospitales", explica su presidente, el médico Rafael González Mas "estamos viendo que un gran número de mujeres, entre las que se encuentra un elevado grupo de amas de casa, sufre dolores osteoarticulares. Entre pérdidas por absentismo, bajas laborales y tratamientos médicos, los gastos anuales causados por estos padecimientos sobrepasan los 25.000 millones de pesetas".Según González Mas, la cervicalgia o dolor de cuello es el más frecuente de estos procesos, y constituye un cuadro patológico casi específico de la mujer contemporánea. "Aparece en mujeres que han superado los 30 años, aun cuando cada vez es mayor su presentación en personas más jóvenes que sufren problemas familiares o laborales y que no tienen ningún trastorno físico".
Almudena Carrasco, periodista de 34 años, empezó con lo que parecía una tortícolis. "Como no se me pasaba, al cabo de 15 días fui al médico de cabecera y me recetó unas pastillas. A los dos meses seguía con el mismo dolor y acabé en el especialista. Éste me dijo que no tenía nada, salvo los músculos muy tensos. Unos masajes dados por un fisioterapeuta me curaron definitivamente. Los médicos me habían dicho que estaba estresada y que tenía que relajarme. Lo curioso es que el dolor me empezó en el mes de vacaciones".
Clara Rodríguez, de 36 años, que trabaja en un banco ante un ordenador, también se quejaba de molestias en el cuello. "Me decían que si serían dolores posturales", explica, "pero el caso es que se pasó solo, tras una una temporada en la que había tenido bastantes problemas en casa y en el trabajo".
Según González Mas, el dolor de cuello es una clara expresión de los desajustes personales y de las tensiones colectivas, así como de las situaciones de exceso de responsabilidad, sobrecarga de trabajo, inseguridad, soledad y sensación de fracaso. En cierta forma, es un síntoma somático de petición de auxilio ante la imposibilidad de analizar, hacer frente o resolver los problemas e imposiciones de un entorno hostil. Sin embargo, muchas veces es interpretado como consecuencia de un proceso traumatológico, artrósico o degenerativo.
"Con más frecuencia de la que sospechamos", dice González Mas, "el dolor es reflejo de situaciones distorsionadas, sin ningún problema físico de base, en las que la frustración y la insatisfacción desempeñan un papel protagonista. Estos dolores pretenden ser una llamada de atención, una peculiar forma de comunicación con el entorno"
Falta de autoestima
Los estudios, según indica González Mas, ponen de manifiesto que las tareas del hogar exigen un esfuerzo superior al desarrollado por administrativas, vendedoras, enfermeras y obreras de la industria ligera. Simultáneamente, en las amas de casa suele existir falta de autoestima por su trabajo. Y si esta situación es dura para las amas de casa que no trabajan fuera del hogar, lo es mucho más para un gran número de mujeres que además luchan en el mundo de las relaciones laborales."Esto provoca disociaciones entre el mundo emocional-sentimental-amoroso y el mundo real, apareciendo el inconformismo, irritabilidad, ansiedad y depresión, frigidez e inapetencia sexual, propiciando el consumo de tóxicos".
Para González Mas es mucho más difícil ser mujer ahora: "Antes el papel de la mujer de su casa, madre y esposa estaba incluso idealizado. Pero la mujer ha querido demostrar que sabe hacer muy bien otras muchas cosas y se ha encontrado con una sociedad, dirigida mayoritariamente por hombres, que no está preparada.
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