El Gobierno vasco apoya el plan siderúrgico de Aranzadi pese a los recelos de Arzalluz

El presidente de la Ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, calentó ayer el debate sobre el futuro de la siderurgia integral española al manifestar en Bilbao que dudaba de las declaraciones del ministro de Industria, Claudio Aranzadi, de que la CE es contraria a la instalación de una miniacería en Sestao. Las palabras de Arzalluz, sin embargo, no fueron secundadas por los responsables del Gobierno vasco. El lehendakari, José Antonio Ardanza, por un lado, y el vicelehendakari, Jon Azúa, por otro, manifestaron que respaldan al ministro de Industria.

"Lo que dice Aranzadi no es dogma de fe como paya creérselo" recalcó Arzalluz en una rueda de prensa celebrada ayer en Bilbao. Arzalluz añadió que el PNV no se pronunciará sobre la posibilidad de renunciar a la miniacería de Sestao hasta conocer directamente la postura de la CE. El presidente peneuvista es firme defensor de esta miniacería, cuya continuidad también defiende el plan español de reestructuración de la siderurgia integral.En el fondo, tras las pala bras de Arzalluz subyace el temor de que el recorte comunitario prospere y que la miniacería de Sestao quede tan sólo en el proyecto inicial.

El ministro de Industria manifestó a EL PAÍS: "Estas declaraciones son una provocación que no estoy dispuesto a responder y que contradicen al Gobierno vasco". Aranzadi comentó que agradece el apoyo recibido por el Ejecutivo vasco y por el asturiano.

Las apreciaciones de Arzalluz, a juzgar por declaraciones posteriores, no son compartidas por sus compañeros de partido. Ardanza defendió ayer el proyecto de reestructuración en los pasillos del Parlamento vasco. "Se trata de una propuesta de la máxima racionalidad y que ineludiblemente hay que deferider". "Estas cosas son muy delicadas- cara a la percepción que tiene la sociedad de la construcción de Europa", explicó. "Espero", finalizó, "una seria reflexión comunitaria y que en noviembre el Consejo dé el visto bueno al proyecto", informa Gorospe.

La segunda discrepancia con el líder peneuvista se producía poco después en Madrid. A las cinco de la tarde, el vicelehendakari Azúa subrayaba a Aranzadi, durante una entrevista para tratar el problema siderúrgico precisamente, que el proyecto presentado en Bruselas debe ser apoyado "con una sola voz". Azúa reconoció ante Aranzadi- que no conocía las palabras de Arzalluz y mostró su sorpresa por las mismas.

Insulto comunitario

Por su parte, el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui se mostró más optimista frente a la resolución del problema. "Está en juego algo muy importante para Euskadi. A pesar de las restricciones comunitarias, creo que vamos a ganar", declaró. En opinión de Jáuregui, la clave se encuentra en el diseño de política industrial realizado desde Madrid, y en la capacidad de presión del propio Ejecutivo presidido por Felipe González.

Mientras tanto, el secretario general de la federación estatal de UGT, Manuel Fernández, Lito, declaraba en Oviedo que "es un insulto para el Gobierno" el informe presentado días atrás por el comisario británico Leon Brittan, informa Luis García. El dirigente sindical añadió que "es la primera vez que se presenta un contrainforme de este tipo a un plan preparado por un Gobierno comunitario" y criticó a Claudio Aranzadi por presentar en Bruselas "un plan que no ha sido aceptado en ningún momento por los sindicatos". El plan comunitario propone despedir a 800 trabajadores más de los previstos en el proyecto español.

Para Lito, el Gobierno español debía haber enviado a Bruselas un plan en el que se recogiera una producción de 5,5 millones de toneladas para contar con un cierto margen de maniobra. "Ahora", dijo, "con 4,5 millones de toneladas que ha propuesto el Gobierno en el plan y la exigencia de la comisión de quitarle 900.000 toneladas más, no hay ninguna posibilidad de negociar ni de flexibilizar la propuesta inicial".

La marcha de hierro contra la reestructuración cumplió ayer su octava etapa. Los trabajadores de AHV llegaron a Burgos y los de Ensidesa a Medina de Rioseco (Valladolid).