Apariciones
El fenómeno de las apariciones se intensifica en el otoño: al marqués de Villaverde, por ejemplo, se le ha aparecido un superviviente de cuando ejercía de yerno que le reclama 60 millones por haberle alojado unas gasas asesinas en la caja torácica. Si ustedes cruzan lo que evocan las gasas, que es el tejido del que se hacen las momias, con esa imagen repetida del marqués en la que viste una capa de vampiro que luego también vimos a Pinochet, tendrán la impresión de que un fantasma del pasado ha venido a golpearnos en el acuoso rostro de la memoria.Al PSOE, por su parte, se le ha aparecido el pasado de UCD -la colza- en las puertas mismas del monasterio de Ferraz, donde hace una semana se le apareció el espectro de Nicolás Redondo al espectro de Guerra. Ahora, que para suceso paranormal -o subnormal, según, no sé- la aparición de uno de los ministros de la colza, Martín Villa, diciendo que el PP y el PSOE podrían formar un Gobierno de coalición tras las próximas elecciones, "ya que los modelos de sociedad de ambos partidos se asemejan mucho". Dios mío, 10 años huyendo de lo que éramos para llegar a lo que fuimos. A lo mejor hemos estado caminando en círculo, como los que se pierden en el desierto.
Por cierto, que uno de los asesinos de Atocha se ha aparecido en todo su esplendor y quiere meternos a todos en la cárcel, empezando por el director de las cárceles. Y además el fantasma de la pobreza, que parecía tan antiguo como el marqués de las gasas putrefactas, se nos aparece cada vez que abrimos la nevera. Y en estos comienzos del otoño, con los primeros escalofríos de la temporada y la aparición de los autobuses escolares, nos ha brotado en el estómago el mismo nudo de angustia de entonces y hemos tenido la impresión de que también para nosotros ha empezado el colegio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Opinión
- Manifestaciones
- Permisos carcelarios
- Negligencias médicas
- Diagnóstico médico
- Indemnizaciones
- Protestas sociales
- Sentencias
- Personal sanitario
- Beneficios penitenciarios
- Política social
- Malestar social
- Sanciones
- Intoxicación
- Enfermedades
- Prisiones
- Medicina
- Juicios
- Centros penitenciarios
- Problemas sociales
- Sanidad
- Salud
- Régimen penitenciario
- Proceso judicial
- Justicia
- Sociedad