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Los líderes de la CEI estudian en Kirguizistán el futuro de los antiguos Estados soviéticos

Pilar Bonet

ENVIADA ESPECIAL Los máximos dirigentes de los 10 países miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) -Azerbaiyán ya sólo acude como observador- se reúnen hoy en la ciudad asiática de Bishkek (Kirguizistán) para discutir sobre el futuro de la asociación de estados ex soviéticos, que languidece de forma evidente. De ello dan idea estas palabras del presidente ruso, Borís Yeltsin, a su llegada a la capital kirguizia: "Sobre determinados asuntos, las decisiones no serán aceptadas por todos los Estados, pero esto no es una tragedia".

El orden del día de la cumbre acabará constando de una veintena de asuntos. El más importante es la creación de un Consejo Económico Consultivo y Coordinador, que velaría por una política de cooperación económica común. Este organismo cubriría un amplio espectro temático y supondría de hecho una reconstitución del espacio económico soviético.

"No todos los Estados", continuó Yeltsin, "estarán de acuerdo en participar en las instituciones de coordinación de la Comunidad, pero eso fortalecerá al núcleo de los que creen que es necesario coordinar el trabajo en las esferas industrial y financiera". El presidente de Kirguizistán, Askar Akáyev, expresó con mayor claridad esa misma idea de una CEI de dos velocidades: "Existe un núcleo que aboga por una fuerte coordinación, formado por Rusia, Kazajastán, Kirguizistán, Uzbekistán y Bielorrusia. Los demás podrían actuar como observadores, pero nadie habla de irse".

Con todo, Nursultán Nazarbáyev, el presidente de Kazajstán, es hoy el más firme defensor de las estructuras de dirección en el espacio de la CEL En el extremo opuesto se encuentra Leonid Kravchuk, el presidente de Ucrania, que sigue fiel a la idea de considerar la CEI como una forma de llevar a cabo un divorcio civilizado.

Entre ambas posiciones, el presidente ruso se encuentra en una situación complicada ya que, por una parte, no parece dispuesto a desplazar el equilibrio de la CEI hacia el Oriente y Asia a costa de Ucrania y Europa, y por el otro necesita clarificar temas tan importantes para Rusia como el mantenimiento de la zona del rublo y la vigilancia militar de las fronteras.

[Ayer, el jefe de las Fuerzas Armadas de la CEI, mariscal Evgueni Sháposhnikov, dijo que todas las armas estratégicas de la antigua, URSS deben pasar "inmediatamente" bajo jurisdicción de Rusia].

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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