La peseta se desploma y el Banco de España mantiene el precio del dinero

V. C.La peseta reaccionó inmediatamente a la baja nada más conocerse la decisión del Banco de España de suprimir la mayoría de las restricciones sobre los movimientos de divisas impuestas el pasado día 22. Ayer la divisa española rozó las 72 pesetas por marco y se acercó peligrosamente a su límite mínimo de depreciación (72,62). El Banco de España intervino entonces y logró fijar un cambio medio de 71,419 pesetas, casi una peseta por debajo del viernes y depreciada más de un 11% con respecto a su antiguo cambio central de 65 pesetas.

Algunos analistas financieros consideran que la medida contribuirá a recuperar parte de la confianza de los inversores, pero no creen que disipe los temores a una nueva devaluación (algunos hablan del 15%), hasta situar su nuevo cambio central en las 75 pesetas por marco.

En el mercado interbancario, la decisión de la autoridad monetaria reforzó los temores a una nueva subida de tipos de interés. El banco emisor mandó un mensaje claro al inyectar más de un billón y medio de pesetas con la compra de certificados de depósito y deuda al 13% y 12,70%, respectivamente, además de aportar 2,01 billones en la subasta decenal y dejar el precio, del dinero invariable en el 13%. El Banco de España quiere evitar que se encarezca aún más la financiación del Tesoro.

El mercado secundario de deuda siguió cayendo ayer aunque con poco volumen de ventas en comparación con los días anteriores. "Mientras no se aclaren las dudas sobre la devaluación y el futuro de Europa, los inversores, extranjeros y nacionales, seguirán vendiendo", señalaba un operador de una de las principales casas de contratación de renta fija de Madrid.

Pero las incertidumbres sobre el futuro del SME siguen sin despejarse. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, se mostró ayer contrario a una reforma del Sistema Monetario Europeo, como piden el Reino Unido y hasta cierto punto España, dos de los países más afectados por la tormenta monetaria. Dumas descartó que esta posibilidad se vaya a debatir en la próxima cumbre de jefes de Estado de la Comunidad Europea que se celebra en Birmingham (Reino Unido) el próximo día 16.

El mercado, no obstante, espera con impaciencia el resultado de este encuentro. "Antes de la cumbre podríamos vivir una segunda tormenta monetaria si persisten como hasta ahora las incertidumbres", señala un analista del departamento de divisas de Finconsult. "La situación no ha cambiado con respecto a las semanas anteriores. Ahora, además, los especuladores saben que los bancos centrales están en una posición muy débil tras la sangría de sus reservas y el asalto podría producirse en cualquier momento", añade.