A la calle por no casarse

La profesora Ana María Espinar ha visto como el hecho de ser madre sin pasar por la vicaría le ha costado el puesto de trabajo en el centro escolar Luisa Marillac, de El Puerto de Santa María (Cádiz), dirigido por las Hijas de la Caridad. Su contrato finalizó el pasado 31 de junio y todo parecía indicar que renovaría para este curso. Sin embargo, no fue así. La directora del centro le explicó, según cuenta Ana María, que "no podían permitir que una madre soltera impartiera clases en el colegio porque esto iba en contra de los criterios de la orden y podía afectar a los pequeños".

La directora del centro, Carmen María, que en un principio le comunicó que no había problemas para que continuara en el colegio, dado que su labor como profesora de preescolar durante el curso pasado fue muy satisfactoria, más tarde cambió de opinión y la dejó en la calle.La explicación, según relata la propia afectada, fue la siguiente: "No seguiría porque no tenía legalizada mi situación familiar y no podían permitir que una madre soltera impartiera clases en el colegio porque esto iba en contra de los criterios de la orden y podía afectar a los pequeños".

Para evitar el paro, Ana María, madre de una hija, Blanca Paloma que ya cuenta con tres meses, adelantó incluso la fecha de la boda con el padre de su hija, prevista inicialmente para diciembre, y la fijaron para el pasado 19 de septiembre. Pero su gesto no fue suficiente. Para entonces, le recordó la directora, el curso ya había comenzado.

Aun así, Ana María pensó en adelantar la fecha definitiva con el fin de salvar su empleo, pero, ya era tarde. La responsable del. colegio le anunció que ya tenían otra persona para ocupar su puesto.

Apoyo del obispo

La opinión pública ha reaccionado poniéndose de parte de la joven profesora que se ha visto sorprendida por el rigor de unas religiosas. Desde entonces, en el domicilio familiar de Ana María se suceden las visitas y llamadas, telefónicas expresándole su apoyo.La misma Asociación de Padres de Alumnos del colegio realiza gestiones para que la dirección del centro rectifique. Guillermo Morán, responsable de la asociación, ha calificado de "incomprensible" la decisión adoptada por la dirección del colegio y ha insistido en que es ahora cuando Ana María "necesita mayor ayuda, sobre todo en el terreno económico, para que pueda alimentar y cuidar a su hija sin problemas".

Por si fuera poco para las monjas de la Caridad, el mismo obispo de Jerez, Rafael Bellido Caro, se ha decidido a intervenir. El obispo recabó primero información sobre lo sucedido, pero, en cualquier caso, ya ha manifestado que si es cierta la versión de los hechos que ha narrado la profesora, "es un caso que no se atendría a los principios de caridad cristiana que deben regir en un centro religioso".

Mientras la polémica continúa en El Puerto de Santa María, ayer en el entorno familiar que rodea a Ana María Espinar, se confiaba en encontrar una solución satisfactoria al conflicto.

Discriminación

Entre las muestras de solidaridad recibidas por Ana María se incluye el pronunciamiento del Centro Asesor de la Mujer, dependiente del Ayuntamiento, quien ha denunciado la no renovación del contrato de Ana María Espinar "por considerarlo contrario a las más elementales normas de igualdad reconocidas en la Constitución, así como un desprecio manifiesto del derecho de todos los trabajadores a no ser discriminados por razones de sexo y estado civil, recogido en el Estatuto de los Trabajadores".El Centro Asesor de la Mujer se ha ofrecido a la profesora para apoyarle en todos aquellos asuntos relacionados con su situación laboral, en lo que considera como "un intento de erradicar prácticas empresariales de tan marcado carácter discriminatorio, especialmente con las mujeres". En cualquier caso, la misma profesora reconoce que, en materia legal, no se puede hacer nada, ya que el contrato terminó en junio, pero lo que está claro es que "es un asunto de carácter ético y moral".