El presidente bosnio propone desmilitarizar Sarajevo como paso previo al alto el fuego

El presidente de Bosnia-Herzegovina, Alia Izetbegovic, propuso ayer la desmilitarización de Sarajevo "como una primera etapa para firmar un alto el fuego" en el curso de la entrevista mantenida en Ginebra con los dos mediadores internacionales en el conflicto yugoslavo, Cyrus Vance y lord Owen. Sarajevo vivió una jornada bajo intensos bombardeos, que, según el Estado Mayor bosnio, son el preludio de una ofensiva general de las fuerzas serbias contra la ciudad asediada.

Izetbegovic dijo estar dispuesto a retirar las fuerzas militares bajo su mando de todas las ciudades controladas por el Gobierno bosnio, si los rebeldes serbios abren las vías de comunicación y aceptan una desmilitarización de las localidades más importantes de Bosnia-Herzegovina.Sin embargo, mantuvo su negativa a entrevistarse con el líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, y repitió su disposición a recibir armas de cualquier país y citó "Estados Unidos, Alemania, Turquía, Pakistán o Irán". Cyrus Vance informó de la reanudación, por aviones estadounidenses, del puente aéreo humanitario a Sarajevo en las próximas 24 o 48 horas.

El alto mando bosnio anunció, al mismo tiempo, que sus servicios de información han detectado la llegada "masiva de tropas de refresco con nuevo armamento pesado procedentes de Serbia y Montenegro" en los alrededores de Sarajevo, y lanzó repetidos llamamientos a la población para que no salga a la calle ante lo que consideró "una ofensiva a gran escala" inminente. La artillería serbia desencadenó feroces andanadas sobre las calles de Sarajevo donde perecieron más de 15 personas y 90 resultaron heridas.

La editora, en llamas

Tronó como un latigazo, pero amplificado millones de veces. El proyectil de artillería silbó por una fracción de segundo y se abatió exactamente a las 9.15 de la mañana contra el cuarto piso de la Casa de la Luz, un edificio moderno que aloja una biblioteca y donde hasta hace poco funcionaba la principal casa editora de Sarajevo. A menos de 100 metros fue posible constatar cómo el destello de la explosión congelaba por un instante la escena. Luego, el estruendo y el pavoroso tintineo de metralla que rebota hasta incrustarse furiosamente en las paredes. Sobre el pavimento yacían inertes los cuerpos de dos mujeres y al menos cuatro hombres. La lluvia de cristales destrozados que les cayó encima apagó los gemidos de una mujer. Durante más de ocho horas, la ciudad quedó completamente a merced de los artilleros serbios atrincherados en las colinas.

[Dos helicópteros de las fuerzas de la ONU fueron atacados con tiros de artillería cuando se aproximaban al aeropuerto de Zagreb, según informó en la capital croata un portavoz de dichas fuerzas. Los aparatos pudieron aterrizar sin mayores consecuencias. Un soldado croata era interrogado ayer como presunto responsable de la acción.]