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La aviación serbia intenta dejar sin electricidad a Bosnia

La aviación serbia se sumó ayer a la campaña para capturar o destruir una de las principales fuentes de energía eléctrica de Bosnia-Herzegovina y bombardeó intensamente las defensas del asediado pueblo de Jajce. Los escuetos informes recibidos en Sarajevo indicaban que, a pesar del apoyo aéreo, el intento fue repelido, si bien a un precio elevado. La radio mencionó decenas de bajas militares y civiles.En la capital bosnia la situación permanecía tristemente normal: el incesante bombardeo causó cerca de 30 muertos. Como todos los días, la ruta más transitada de Sarajevo es la que conduce al hospital de Kosevo y al depósito de cadáveres.

Desde los bombardeos de mayo, el reloj de la torre izquierda de la catedral de Sarajevo da las 16.45. El de la derecha, con sus agujas igualmente paralizadas, las 17.10. Con todo, la misa de once comenzó ayer puntualmente y, como todos los domingos, feligreses de todas las edades se abrían paso a susurros y codazos corteses. El padre Iván Mreco, un hombre pálido de expresión infinitamente grave, tuvo que recurrir a la obra más conocida del dramaturgo croata Iván Gandulic para tratar de consolar a su grey: la rueda de la vida da siempre vueltas; algunas veces se está arriba, otras abajo, dijo el padre Mreco, parafraseando la reflexión del protagonista musulmán de su poema Osmán.

En su sermón no hubo directa alusión a lo absurdo que resulta el intento de las Naciones Unidas y la Comunidad Europea para convencer a la gente de Sarajevo de que los elaborados discursos políticos y los publicitados esfuerzos diplomáticos van a funcionar. En la capital bosnia, ir a los mercados vacíos a recoger agua en bidones o a rezar supone un riesgo mortal. La parábola del inocuo hombre rico que por dejadez ignora el sufrimiento ajeno fue, pues, una indirecta acusación a EE UU y Europa y, aunque sinuoso, el argumento era irrebatible. Fuera de la catedral, consagrada por el papa León XIII, tronaban las granadas. En Doglodi, Stup, Ilidza y otros distritos de Sarajevo se combatía encarnizadamente.

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