El primer ministro italiano amenaza con dimitir si el Parlamento rechaza su plan de ajuste
El primer ministro italiano, el socialista Giuliano Amato, ha declarado que dimitirá si el Parlamento de Italia reforma y debilita el plan de ajuste económico anunciado hace unos días al país y que tiene como objeto ahorrar al Estado más de siete billones de pesetas. El plan de ajuste, que prevé recortes en el gasto sanitario, congelación de salarios para los funcionarios, prohíbe las jubilaciones anticipadas y desvincula el aumento de las pensiones de los salarios, ha sido rechazado por las centrales sindicales. La oposición culminó el domingo con una masiva manifestación en Roma.
Por otra parte, el ministro de Finanzas holandés y vice-primer ministro, Wim Kok, se pronunció ayer contra la idea de una "mini-Europa" integrada por los países mejor situados para afrontar inmediatamente la Unión Económica y Monetaria -Francia, Alemania, Holanda, Bélgica y Luxemburgo- Kok, 24 horas antes de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la CE en Bruselas, declaró que la idea de la "mini-Europa" lleva al separatismo y al aislacionismo". Kok obtuvo el respaldo, mediante manifestaciones similares, del jefe de Gobierno holandés, Ruud Lubbers, y del jefe de la diplomacia, Hans Van Der Broek. Por lo que se refiere a la difícil situación por la que atraviesa Italia, cuya, divisa se vio obligada a salir del Sistema Monetario Europeo junto con la libra, el primer ministro, Giuliano Amato, dijo ayer a La Repubblica que la crisis económica por la que atraviesa el país es la peor desde la última guerra mundial.
Mínimo necesario
Amato aseguró en la entrevista que está dispuesto a dimitir si el Parlamento debilita el conjunto de medidas de ajuste que considera "el mínimo necesario". Sin embargo, matizó que está dispuesto a modificar el plan siempre que el Parlamento se comprometa a respaldar con fuerza las medidas que finalmente se adopten.
El proyecto de ley que discutirá esta semana el Parlamento italiano prevé un ahorro fiscal de 93 billones de liras -alrededor de ocho billones de pesetas- Las medidas más controvertidas son las que se refieren a las pensiones y a las jubilaciones. El Gobierno propone suspender las jubilaciones anticipadas por acumulación de años de trabajo; además, las pensiones se desligarán de los salarios y sólo se revisarán en función del incremento de los precios. En el caso de la Sanidad, el plan de Amato afecta a todas las familias con ingresos superiores a los 40 millones de liras, que perderán el derecho a prestaciones gratuitas., El ajuste propuesto por el primer ministro incluye un plan de privatizaciones de empresas Y un impuesto mínimo para trabajadores autónomos y pequeños empresarios.
La amenaza de dimisión de Amato coincidió con las declaraciones del que fuera presidente del banco central alemán durante 11 años, Karl Otto Poehl.
Para Poehl, no hay alternativa al Sistema Monetario Europeo (SME), a no ser un banco central europeo reducido a un núcleo.
"No tenemos más salida" dijo Poehl en una entrevista al semanario Der Spiegel "que conservar el SME, en el que el marco alemán desempeña un papel dominante". La única alternativa a la excesiva fortaleza del marco sería la creación de un banco central europeo, un proyecto para el que no habría que esperar a 1997 o 1999, sino que podría ponerse en marcha ya con los países que reúnan las condiciones necesarias.
También ayer el primer ministro francés, Pierre Bérégovoy, abordó públicamente la colaboración franco-alemana que evitó la devaluación de la divisa gala y aseguró que "no ha sido nunca desmentida". Bérégovoy se pronunció a favor de la reincorporación de la libra y de la: lira al SME.
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