Noticias de Miss General Idea

Como reflejo del agitado espíritu de la época, hacia finales de los años sesenta aparece General Idea en Toronto: tres artistas -A. A. Bronso, Jorge Zontal y Felix Partz- se reinventan a sí mismos y crean un grupo cuyos propósitos revulsivos en el mundo del arte les sitúan como claros precursores de fenómenos parecidos que en los años ochenta se adueñaron de la escena norteamericana. Desde dentro del propio sistema del arte y utilizando toda clase de registros expresivos a su alcance, el grupo se propone elaborar un discurso demoledor destinado a reflexionar sobre cuestiones que posteriormente habrían de gozar de un enorme predicamento en lo que sería el torbellino, de la posmodernidad: el status de la obra de arte y de los propios artistas, la idea del simulacro, la ironía devastadora, la vinculación con el entorno ideológico, la multiplicidad de los recursos expresivos, la asunción de su condición social y, también, un compromiso directo con algunos de los fenómenos más cercanos a la creación artística y a toda su problemática vital, en este caso, el sida.

Como un virus mutante

La presente exposición del grupo desarrolla en profundidad la temática de sus últimos trabajos acerca del sida. A manera de un virus mutante y altamente infeccioso, el logotipo LOVE creado por Robert Indiana se transformó en 1987 en otro logotipo igualmente extendido por doquier, AIDS (sida), como ya pudo verse el año pasado en la Fundación Miró; los colores que sirven de fondo a las letras aparecen en multitud de otros trabajos del grupo relacionados con la televisión y con el personaje de Miss General Idea, que muestra también en esta exposición su colección de banderas y escudos heráldicos, así como una instalación referida a la serie Nightschool (Escuela nocturna); el desarrollo de las investigaciones acerca de la enfermedad da origen a la serie Plaebo, algunos de cuyos ejemplos más espectaculares se ven también en Barcelona -con los colores de la bandera catalana-, al igual que una enorme instalación titulada One year of AZT, referida a la administración del medicamento que inicialmente contribuyó a retardar el desarrollo de la enfermedad. Como colofón, la gran instalación en la nave central, Fin de siécle, parece evocar aquel mar de placas de hielo que pintara G. D. Friedrich en 1823.La obra de General Idea debe contemplarse como un todo global en el que cada una de sus manifestaciones corresponde no a una pieza singularizada, sino a un único proyecto de carácter unitario: todo inmerso en un sistema de relaciones propio que contribuye a establecer las líneas de unos propósitos que trascienden el tiempo y que a su vez están profundamente engarzados con el que les ha tocado vivir como artistas. Y no sólo sus obras: las propias apariciones de los artistas y la creación de Miss General Idea y sus accesorios contribuye a esa concepción interrelacionada del arte y de la vida, una actitud que últimamente vuelve a estar de manera considerable en el candelero de la actualidad. Al mismo tiempo, y debido a la problemática que se pone de manifiesto en el trabajo de General Idea, es ésa una relación que se hace más explícita y más necesaria que nunca.