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EL FUTURO DE EUROPA

Kohl pide la ratificación de Maastricht mientras su ministro de Hacienda habla de una mini Europa

"Alemania es nuestra patria, Europa es nuestro futuro", dijo ayer el canciller Helmut Kohl ante el Bundestag en un discurso que contenía los mismos elelmentos que ha venido predicando desde el 20 de septiembre: la necesidad de que el tratado sea ratificado y entre en vigor este mismo año; la voluntad alemana de acelerar lo más posible el proceso de integración europea y las críticas contra el "burocratismo de Bruselas". Pero, mientras Kohl hablaba, abundaban las declaraciones y rumores en favor de una mini Europa o de una "Europa de dos velocidades", incluidas las del propio ministro de Hacienda, Theo Waigel.

"La Comunidad Europea se enfrenta en estos días y semanas a pruebas de fuerza que serán decisivas para su futuro común", dijo Kohl, "si ahora no usamos todas las oportunidades que nos ofrece el Tratado de Maastricht, la Comunidad sufrirá un atraso de varios años". El canciller descalificó a quienes piden una desaceleración del proceso de integración. "No podemos ir más lentamente", aseguró, "también la unificación alemana se produjo a gran velocidad".Para Kohl, el tratado tiene cinco objetivos: una política exterior y de seguridad común que evitará guerras; la unión económica y monetaria que es la base de la estabilidad y el bienestar; una política común de seguridad interior para luchar contra el crimen organizado; una acción conjunta en los temas de medio ambiente, y un mayor Control democrático de las instituciones a través del Parlamento Europeo.

Pero, al igual que ha venido haciendo desde el raquítico sí francés, Kohl insistió, de nuevo, en la aplicación estricta del principio de subsidiaridad y la importancia de las regiones en el proyecto europeo, donde "Ias decisiones deben ser tomadas siempre por la institución más cercana al ciudadano posible".

La cuestión monetaria y la reciente defensa del franco francés realizada por el Bundesbank fue también abordada por el canciller, quien defendió la política monetaria alemana. "Los sucesos de las semanas pasadas no son consecuencia de la política de estabilidad alemana", dijo, "todo lo contrario, esta política es el fundamento para la confianza de los mercados de divisas y para una situación estable de las relaciones entre las monedas".

Para Kohl, no hay ninguna necesidad de un ajuste entre el marco y el franco ya que la actual refleja ajustadamente la relación entre ambas monedas. "Las tensiones en el Sistema Monetario Europeo (SME) no deben ser motivo para que dudemos del sistema mismo", anadió. "El SME fue el fundamento del camino que ahora tomamos hacia la unión económica".

El líder de la oposición socialdemócrata Björn Engholm no fue menos entusiasta que Kohll por la Unión Europea. Para el presidente del SPD es "un paso en la dirección precisa". Engholm pidió una mayor democratización de la CE, se mostró en contra de las tendencias centralistas del tratado e insinuó que, antes de llegar a una moneda común, hace falta obtener la confianza de los ciudadanos.

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Pero mientras ni Kohl ni Engholm mencionaban el supuesto pacto secreto entre Bonn y París para la creación de una mini Europa compuesta por Alemania, Francia y los países del Benelux -que publicara el jueves el periódico Die Welt y que incluso mencionara, ese mismo día, el propio presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors-, su ministro de Hacienda Theo Waigel se las arreglaba para que las agencias de noticias recogieran unas declaraciones suyas en una reunión de su partido, la CSU bávara, en las que insinuaba que la CE tendrá que considerar en el futuro desarrollar "distintas velocidades".

Dos velocidades

Walgel, aclararon luego fuentes de la CSU, no pidió una "Europa de dos velocidades", pero sí discutió con sus colegas la posibilldad de una mini Europa como la mencionada por Die Welt. Al tiempo, un alto cargo del Bundesbak, Wilhelm Noelling, aseguraba que el Maastricht estaba "muerto" y, que las economías de los países de la CE progresarán a varias velocidades.

Fuentes diplomáticas confirmaban ayer lo que el ya había insinuado Die Welt, que el supuesto pacto secreto entre Kohl y Mitterrand para la creación de esta míni Europa, era, en realidad, una ayuda indirecta a John Major para darle argumentos contra quienes en el Reino Unido, y dentro de su partido, están en contra de ratificar el tratado.

[El gobernador del Banco Nacional de Bélgica, Fons Verplaetse, se pronunció ayer a favor de una Unión Monetaria a Cinco, según la emisora de radio BRT. El gobernador aseguró que Francia, Alemania, Holanda, Luxemburgo y Bélgica están preparados para lanzar inmediatamente una moneda común.]

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