Crisis
He tardado mucho en decidirme a escribir esta carta, pero las recientes declaraciones de Rodríguez Ibarra, los patateros acontecimientos y la pesadez machacona con tintes electoralistas de ciertos, políticos me han terminado por animar. Y es que si España es "un país sin rumbo" (según el señor Aznar), él y otros muchos han perdido el norte (utilizando su propia jerga). No se puede estar repitiendo continuamente lo mala que es la situación económica de España cuando estamos viviendo acontecimientos como los de Somalia y otros muchos no tan espectaculares, pero no por ello menos importantes, como la caótica situación de los países del Este y de América Latina, la guerra de Yugoslavia...El problema es que en nuestro país, en pocos años, ha habido un aumento importante de la capacidad adquisitiva de los ciudadanos y una mejora general del nivel de vida, y esto ha hecho que surjan innumerables ordas de nuevos ricos a los que lo único que les interesa y les preocupa es poder comprar. ¿El qué? Da igual, lo que sea: chalés, coches, motos, bibliotecas por metros (para quedar bien ante las amistades)... No es de extrañar que estén aterrorizados con esta crisis, pues el consumismo brutal engancha (y con esto no le quiero quitar la culpa al PSOE por la situación actual).
Por otro lado, me solidarizo totalmente con los cultivadores de la patata, pero no logro entender a qué cabeza privilegiada se le ocurrió la idea de tirar y quemar toneladas de patatas. No es posible ver imágenes como las de Somalia y a continuación ver a un grupo de agricultores en una quema-protesta. Teniendo encima que soportar que se nos diga que si la ayuda internacional hubiera llegado antes se podrían haber salvado numerosas vidas. Pero es que en Somalia no hay oro negro, sólo hay negros y, por lo que parece, éstos son menos importantes que aquél para los países desarrollados.
¿Crisis económica? Sí, pero la crisis que más nos debería preocupar es la crisis de los valores humanos elementales, de la que todos tenemos parte de culpa.- Rómulo Aguillaume y Ariño.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.