Aferrados al peligro
El Ayuntamiento ha instalado, hace una semana, una cerca de hierro alrededor de la estatua ecuestre de la Plaza Mayor de Madrid. La verja protege de las agresiones de vándalos o gamberros a la estatua que preside la Plaza Mayor, pero no deja de constituir un peligro en sí misma, con sus puntas agudas mirando al cielo. Los niños del vecindario que juegan en el espacio adoquinado de la plaza intentan en muchas ocasiones saltar el enrejado para recuperar las pelotas que allí se cuelan, o simplemente convierten los hierros en objeto de sus juegos, para trepar por ellos, tal como hacían el pasado domingo, cuando fue tomada la fotografía. Los vecinos de la Plaza Mayor han denunciado el peligro que supone para grandes y pequeños la protección del monumento.
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