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Martín Villa intenta zanjar de nuevo la crisis de Gobierno en Cantabria

El secretario general del Partido Popular, Francisco Álvarez Cascos, afirmó ayer que su partido "no ha urdido ni urdirá nada contra Juan Hormaecha", presidente de Cantabria, que prácticamente se ha quedado sin equipo de Gobierno tras la dimisión de seis de sus nueve consejeros. Álvarez Cascos, que informó al comité ejecutivo de su partido' sobre la situación en Cantabria, evitó confirmar si el diputado popular Rodolfo Martín Villa iba a mediar otra vez en la crisis cántabra. Sin embargo, otras fuentes del PP sí ratificaron que el ex ministro se ha puesto en contacto con dirigentes populares regionales para intentar zanjar esta nueva crisis.En tono un tanto misterioso, el portavoz popular aseguró que además de la intervención de Álvarez Cascos en torno al caso Hormaechea se había producido la de otro miembro de la ejecutiva, pero se negó a facilitar su nombre. Todos los informadores presentes entendieron que se refería a Martín Villa, aunque el portavoz del PP se limitó a sonreír cuando se le pidió que lo confirmara. Álvarez Cascos concluyó sobre el asunto Hormaechea: "No hay nada nuevo que no sea esperar a ver cómo se resuelve el conflicto".

Reunión de la directiva

Hoy martes, según anunció, se reúne la junta directiva regional del PP en Cantabria, que es el máximo órgano de decisión. Según el mismo portavoz, los dirigentes nacionales del PP esperan las decisiones que puedan tomarse aquí. Hormaechea, al parecer, se propone asistir a esa reunión.Mientras tanto, los regionalistas, por boca de su máximo dirigente, Miguel Ángel Revilla, piden la urgentísima presencia en Cantabria de José María Aznar, presidente de los populares, para que ponga orden en la situación creada tras la dimisión de los seis consejeros.

Revilla sospecha que el PP está interesado en desprestigiar esta comunidad autónoma hasta límites en que, dijo, se haga inevitable su incorporación a otra. "Si a alguien se le pasara esta idea por la cabeza, los regionalistas", amenazó, "responderíamos de forma contundente". [A primeros de mes, en Laredo, el ex ministro de UCI) Íñigo Cavero, ahora militante del PP, sugirió que Castilla y León debiera hacerle una "OPA amistosa" a Cantabria para poner término a los desequilibrios económicos que sufre esta región y porque Santander siempre ha sido el puerto de Castilla"].

El presidente regional permaneció ayer por la mañana reunido en su despacho con los tres consejeros que le han mostrado su lealtad: Dionisio García Cortázar, de Cultura; José Martín Solaeta, de Obras Públicas, y Vicente de la Hera, de Agricultura y Ganadería, acompañados del director regional de Sanidad, Manuel Pérez, quien a lo largo de este año ha sustituido siempre al consejero de Sanidad también dimitido, José Parra, en las reuniones del Consejo de Gobierno.

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