Kohl destaca la necesidad de ampliar la CE

Helmut Kohl, el canciller alemán, apremió ayer una expansión de la Comunidad Europea (CE) para acoger a los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). "El resultado positivo del referéndum francés, incluso si ha sido muy apretado", dijo, "dará un nuevo impulso al proceso de integración en los otros Estados miembros". La mínima victoria del sí dejó en Bonn un ligero sabor amargo centrado en el temor de que el Reino Unido pueda ahora replantearse la ratificación del Tratado de Maastricht y de que en la propia Alemania aumenten las críticas.

Los políticos alemanes que comentaban ayer el resultado del referéndum francés coincidían en dos cosas: su sensación de alivio y el pírrico trinfo del sí. "El tren europeo marcha de nuevo", dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, pocos minutos después de conocerse las primeras proyecciones. "Pueden imaginarse el alivio que siento", añadió el jefe de la diplomacia alemana desde Nueva York, donde asiste a la asamblea general de la ONU. "El alto porcentaje de noes es una señal de aviso", declaró el líder de la socialdemócrata Bjorn Engliolin, "las preocupaciones de mucha gente no deben ser minimizadas".Kohl hizo público un comunicado casi dos horas después del cierre de los colegios electorales en el que mostró su esperanza de que, antes de la cumbre comunitaria de Edimburgo, a finales de diciembre, todos los demás países de la CE -salvo Dinamarca que votó en contra- hayan ratificado el tratado. "Junto con la profundización de la Comunidad", añadió, "queremos, en los años inmediatos, llevar a cabo rápidamente el segundo gran objetivo de la política europea; la expansión de la futura unión a los países de la EFTA que han pedido su integración". Austria, Finlandia y Suecia ya lo han hecho formalmente y Suiza se prepara para hacerlo.

"Una unión económica sin una unión política es inviable", dijo el canciller, recordando su fracaso el año pasado en Maastricht en este sentido. Kohl reconoció también la importancia del voto negativo sugiriendo que hay que "calmar a los votantes" temerosos de una excesiva centralización desde Bruselas y angustiados por la posible pérdida de sus identidades nacionales. "El camino está en la unidad dentro de la diversidad", sentenció, "tomaremos seriamente estas preocupaciones y seremos extremadamente cuidadosos cuando pongamos en práctica el tratado".

Quien abordó más directamente la gran interrogante de los próximos meses fue Karl Lammers, que encabeza la comisión parlamentaria de política exterior de la CDU. "El gran problema ahora es el Reino Unido", dijo Lammers, "sin duda el Gobierno de Londres está en una situación muy difícil a causa de la depreciación de la libra y esto es una gran baza para los oponentes de Maastricht".

El ministro de Hacienda, Theo Waigel, que se encontraban en Washington para tomar parte en la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI), junto con el presidente del Bundesbank, Helmut Schlesinger, dijo que el resultado "es un gran paso en el camino hacia Europa" y que ahora "ya no hay razón para la inseguridad", refiriéndose al torbellino monetario de los últimos días. En este sentido, Waigel recalcó que "Europa debe estar unida para poder tener su espacio económico autosuficiente frente a Japón y EE UU".

Hans Dietrich Genscher, el ex ministro de Exteriores y uno de los padres del tratado, minimizó la precaria victoria del sí y se refirió a las turbulencias sufridas por las monedas europeas durante la última semana como el mejor argumento en favor de la unión económica y monetaria europea.