David Hockney afirma que se tiende a la desaparición del original en la obra de arte

El británico David Hockney presentó ayer en la Fundación Juan March de Madrid, su primera gran antológica en España. Hockney (Bradford, 1937), representante del pop art y uno de los más influyentes artistas de nuestro siglo, manifestó que la incorporación de las nuevas tecnologías en el arte puede llevar a problemas filosóficos y prácticos como la desaparición del original en la obra de arte. El artista presenta una conjunto de 76 obras desde 1954 hasta nuestros días, en las que se aprecian los diversos cambios de técnica y lenguaje expresivo. Durante los últimos años Hockney ha experimentado en sus obras con el fax, la impresión láser y el vídeo. La muestra permanecerá abierta desde hoy hasta el 13 de diciembre.

David Hockney, británico de nacimiento y californiano de adopción, se ha fabricado una isla de paz cerca al océano Pacífico, en la ciudad de Los Angeles. Su pintura, incluso la más abstracta, tiene siempre algo de narrativo y de autobiográfico. Su aspecto y su vestimenta imitan su pintura: es afable y llamativo, superficial a veces y en otras más profundo. Le gusta cambiar y no tiene reparos en dejarse influenciar por Picasso, por Matisse, por Van Gogh y sobre todo, por lo que en el momento le venga en gana. Las nuevas tecnologías lo han seducido en los últimos anos y para él son algo más que frías máquinas o herramientas. Traen consigo nuevos desafíos para el arte."Lo que me interesa no son las nuevas tecnologías en sí", afirma. "Hace poco hice un cartel para la ópera Turandot que se estrenó en Chicago, directamente en el ordenador. Le envié al impresor un disco y no un original. Las nuevas tecnologías plantean muy interesantes problemas filosóficos para los artistas, por que desaparece el original de la obra de arte. Todas las copias son originales y el artista puede controlar su calidad en todo momento".

"Cuando he utilizado el fax ha pasado algo distinto. Realicé en México una exposición en la que todas las obras se pasaron por teléfono y hasta el catálogo se hizo de esta manera. Soy partidario además de que la obra de arte por fax se regale. No tiene nunca el valor del original y se puede fotocopiar infinitamente". Hockney afirma que Picasso sigue siendo una gran influencia en él. "Hay mucho que descubrir en Picasso todavía, sobre todo en la pintura de sus últimos años", dice Hockney.

"En una exposición de los últimos cuadros de Picasso percibí de pronto que cada pincelada podía ser visible desde el centro de la sala. En los años 60 llegó a desarrollar una especie de cubismo de la pincelada. En ellas se ven, no las pinturas de un viejo, sino las pinturas de una artista que había vivido y pintado mucho. Se veía su experiencia como pintor desde la vejez".

El artista pronuncia esta tarde una conferencias en la Fundación Juan March (Castelló, 66). A lo largo de las próximas semanas habrá también un ciclo deconferencias del Julián Gállego sobre los trabajos de Hockney como escenógrafo teatral.

"He hecho un total de nueve escenografías teatrales", dice David Hockney. "Solamente acepto los encargos cuando me interesan y no porque con ellos gane mucho dinero. Lo que busco en ellos es trabajar de diversas maneras la perspectiva y los pro blemas que plantea".